El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas abordará por segunda vez este año la situación política de Venezuela.
Giovanni Davoli, portavoz de la misión de Italia ante la ONU, confirmó el viernes que el organismo hablará sobre el país sudamericano el lunes por la tarde. Italia mantiene la presidencia pro-témpore del Consejo este mes.
A la reunión planeaba asistir Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), aunque el viernes la OEA no había confirmado sus planes.
La posible participación de Almagro se dio a conocer cuando el miércoles la embajadora interina de Venezuela en la OEA, Carmen Velásquez, preguntó a la presidenta rotativa del Consejo Permanente de ese organismo, la canadiense Jennifer May Loten, si la OEA había autorizado a Almagro a participar la semana próxima en una actividad del Consejo de Seguridad de la ONU.
Loten respondió que el Consejo Permanente no ofrecería una respuesta porque Venezuela formuló la pregunta en un punto del orden del día llamado «Otros Asuntos», en el que no emiten pronunciamientos formales.
Almagro ha impulsado la celebración de cuatro audiencias públicas en la sede de la OEA en Washington para analizar si la Corte Penal Internacional (CPI) debe investigar crímenes de lesa humanidad en Venezuela. De llegarse a esa conclusión, Almagro podría remitir el informe a la CPI o gestionar que alguno de los 28 países miembros de la OEA que reconoce la autoridad de la CPI eleve el caso.
Venezuela se opone a la celebración de esas audiencias por considerar que la OEA no tiene competencia alguna para trabajar como tribunal internacional ni como órgano auxiliar de la Corte Penal Internacional.
Entre abril y julio de este año, cientos de miles de venezolanos frustrados con la crisis política y económica del país participaron en protestas antigubernamentales que dejaron más de 120 muertos.
El país sufre una severa crisis económica, altamente dependiente de las importaciones, así como severos problemas de escasez de alimentos, suministros médicos y otros productos básicos.
El presidente Nicolás Maduro atribuye los altos precios y la escasez de productos a una «guerra económica» promovida por países como Estados Unidos, así como por adversarios políticos y empresarios que quieren desestabilizar su gobierno.
En mayo, el Consejo de Seguridad habló de Venezuela después de que Estados Unidos solicitara la discusión alegando que esa nación está al borde de una «crisis humanitaria». El Consejo no emitió una declaración formal después de la reunión, lo que refleja la división interna entre los aliados de Venezuela y los países que critican al país latinoamericano.
La reunión del lunes probablemente se lleve a cabo usando la llamada «fórmula Arria», lo que significa que se permitiría la participación de invitados a la sesión, sean individuos u organizaciones. La cita ocurriría a puerta cerrada.
Portavoces de la misión de Venezuela ante la ONU no respondieron de forma inmediata a una solicitud de comentario por parte de la AP, al igual que portavoces de la misión de Estados Unidos ante la ONU.