Un grupo de habitantes de seis comunidades de Palavecino se acercaron a la sede de la alcaldía de dicha jurisdicción, la mañana de este martes, para pedirle explicaciones a José Barreras en relación a un proyecto sin ejecutar por el que habría recibido recursos el Ejecutivo local.
A las afueras de la sede de la municipalidad y con carteles en mano a manera de protesta, Rosa Luisa Castillo, vecina de El Taque, aseguró a EL IMPULSO que, luego de ser electo, a Barreras le aprobaron dinero para una obra destinada a beneficiar a las poblaciones de Chorobobo, La Isla, Mar Azul, Palo Grande y Quebraíta, las cuales superan los 1.000 habitantes; sin embargo, hasta la fecha no han visto movimiento alguno.
Supuestamente la ejecución de la obra iba a permitir palear la escasez de agua.
“Él agarró el proyecto y públicamente lo ha dicho por los medios de comunicación. Pusieron hasta una valla pero ya la quitaron.
Le aprobaron unos recursos y compraron unas mangueras su-puestamente para que la plata no se perdiera pero nadie sabe dónde tienen las mangueras.
No sabemos si es verdad que las compró”. Castillo y sus acompañantes aseveraron desconocer la cantidad de recursos aprobados en ese entonces al Ejecutivo municipal.
Respondieron negativamente al preguntársele sobre la fecha de la supuesta compra.
“Creíamos que el alcalde iba a estar aquí. Estamos cansados de venir a buscar respuesta, hemos traído cartas pero nunca nos llama”, señaló.
Es por ello que las manifestantes pidieron al alcalde Barreras que dé la cara, se reúna con ellas y dé respuestas.
“Una de las cosas más graves es que nunca recogió a las comunidades para comunicarnos qué pasaba. Lo veíamos era en la televisión.
Sin agua ni transporte
Como vocera de los habitantes de las mencionadas localidades, Castillo aprovechó los medios de comunicación para quejarse por la falta del servicio de agua por tuberías y la inexistencia de transporte colectivo.
Estas comunidades están en el límite entre los estados Lara y Yaracuy, a un lado de la carretera vieja a Yaritagua.
“Nuestra problemática es principal es el agua. En algunos sectores hay red de tuberías pero no sale ni una gota”, afirmó.
Para la zona están las líneas Santa Lucía y La Ceiba autorizadas para cubrir la ruta como transporte colectivo; sin embargo, Castillo cuenta que las unidades desaparecieron.
“Van ahora unos piratas que cobran carísimo (Bs. 1.000). Nos toca pedir la cola en gandolas, cisternas, volteos, camiones; en lo que pase primero. No es justo. En la zona rural estamos sufriendo como no tienen idea”, sentenció.