Me siento muy mal al observar que, en nuestro país, la política se ha tornado tan pragmática que en la oposición se ha impuesto la práctica de “voy a ver qué agarro”.
Al hacer tal apreciación monseñor Roberto Lücker León, ex presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana y arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Coro, se refiere a los que llamaron “prostituyente” a la Asamblea Nacional Constituyente; pero, después, se sometieron a ella.
Acción Democrática salió muy bien al sacar cuatro gobernadores; pero, éstos corrieron apresuradamente a juramentarse ante unas personas que no tienen autoridad para hacerlo.
Desde el 6 de diciembre de 2015 tenemos una Asamblea Nacional, legítima, elegida por 14 millones y ahora una paralela, que está actuando con el librito que le dieron en Cuba.
Quienes desde la oposición aceptaron que esos gobernadores fuesen juramentados están pensando en el futuro para la presidencia de la República.
Y jamás han debido hacerlo esos gobernantes porque nosotros nos regimos por leyes regionales, que es lo único que nos queda de la descentralización.
El Consejo Legislativo tiene el tupé de llamar traidor a Juan Pablo Guanipa; pero, yo les digo que traición es lo que está haciendo ese cuerpo porque la Constitución le atribuye facultades muy precisas que no pueden echar a un lado por complacer al jefe del Gobierno.
La Constituyente no puede desconocer unas elecciones como ha ocurrido con el Zulia, donde una activista del oficialismo es ahora gobernadora interina y el que fue gobernador rechazado por los electores fue nombrado protector y le dan todo el poder económico del estado al asignarle Corpozulia, que tiene en sus manos todo el carbón.
Pero, estos arreglos y componendas se están haciendo en todo el país, lamentablemente, asentó monseñor Lücker León. Lo que más molesta es que esa gente de oposición no sea transparente, a pesar de la confianza que depositamos en ella.
-¿Conoce al nuevo gobernador de Falcón, Víctor Clark?
-No sé quién es. Estoy pidiendo una audiencia para hablar con él, porque no debe saber nada del estado. Yo estoy en Coro. Al extremo sur está Churuguara, a tres horas por carretera. Al oeste, Mene Mauroa, también a tres horas. Y Paraguaná a 45 minutos. De la noche a la mañana lo hicieron candidato a gobernador y no tuvo tiempo de que lo manosearan. Y aquí se aplica el viejo refrán: “santo que no se manosea, no hace milagros”.
-Ahora está en puertas un nuevo proceso electoral, para escoger a los alcaldes. ¿Qué puede pasar?
-Lo que veo no tiene sentido de política, porque su función es trabajar por el bien común. Quien aspire un cargo sabe que tiene la obligación de servirle al pueblo, que lo elige. Pero, solamente pertenecer a un grupo para agarrar el poder es politiquería, y eso es lo que hay aquí. Como el resto del pueblo, pido que se definan, porque los patas en el suelo les va costar que vayan a votar. Y además perdió la confianza en el CNE cuando mandó a votar en sitios distantes.
-Pero, ¿qué nos dice del Gobierno?
-Que está atropellando la Constitución del 99. El Gobierno montó una Constituyente que no aparece en ninguna parte. Lo que busca es acabar con la Asamblea Nacional. Y están aprobando leyes que dan risa. Si van a aplicar la ley contra el odio tienen que comenzar por casa: con Diosdado Cabello, quien muestra sus actitudes cavernícolas con su mazo e insulta, vocifera, amenaza y agrede a quien no comparte sus ideas, que son las mismas del Gobierno.
-Quiere conocer al nuevo gobernador de Falcón. ¿Qué le va a decir?
-No debiera decirle nada porque la verdad está en sus narices. Coro, como el resto de Falcón, lleva 18 años de abandono. Sus calles son puros huecos. Como nadie lo conoce puede irse a sentar a la plaza Bolívar para que oiga lo que dicen los corianos, que no es nada a favor del Gobierno. Y se entere de los problemas. En estos momentos hay una emergencia sanitaria y yo me he encontrado con muchos médicos que me han comentado que ellos sólo sabían de la difteria por las láminas, pero ahora la están presenciando a cada instante. Como un cardumen está matando el paludismo, que había sido erradicado en el año 1936 por el Dr. Arnoldo Gabaldón, cuando éste dirigió Malariología. Y también el hambre está haciendo estragos en la población porque ya no se puede comer carne, ni queso, ni la harina Pan. Pero, el Gobierno sigue hablando de que hay una guerra económica; pero, ésta la comenzaron ellos. Voy a poner un solo ejemplo: la finca Bolívar, donde no había un centímetro que no hubiera sido dedicado a la producción de diferentes rubros. El régimen la expropió y fue convertida en conucos, pero a los campesinos no les dan los créditos. Acabaron con Agroisleña, que era una empresa de apoyo para los agricultores. Antes, Venezuela no sólo se abastecía en su mayor parte, sino que también tenía capacidad para exportar algunos productos, como arroz; pero, ahora hay que importar casi todo y ya vemos lo que está pasando, que son miles de seres humanos que sobreviven comiendo de la basura.
-Monseñor, existen informaciones no confirmadas de que como consecuencia de la deuda externa, las refinerías de Falcón podrían pasar a manos de los rusos.
-Eso no debe extrañar, porque este Gobierno favorece a chinos y rusos. La refinería de PDVSA en Curazao, que estaba quebrada, se la entregaron a los rusos y yo, que hace poco pasé por allá, vi que la gente estaba muy contenta porque ya hay nuevos puestos de trabajo. Allá trabajaban unas tres mil personas, que ahora tienen la posibilidad de volver a tener ingresos. Las refinerías de Amuay y Cardón tienen 18 años sin mantenimiento. Y por eso se produjo la explosión de Amuay, en el 2012 y la de Cardón en el 2013, y después se han vuelto a registrar accidentes muy serios. Porque no existe seguridad para esas plantas como en el pasado. Una bomba de seguridad que tenía vida útil para veinte años, en la llamada cuarta república la quitaban a los quince para que no fuera a reventar. Sacaron a treinta mil trabajadores que tenían la tradición de los gringos y holandeses, que sabían cómo se trabaja en la industria petrolera y metieron a gente que no tenía conocimiento en esa materia. Tampoco invirtieron porque lo que hicieron fue aprovechar los precios del crudo para derrochar el dinero, para utilizar la palabra más sutil de lo que hicieron con tantos ingresos percibidos por la venta del crudo. Y ahí tenemos una PDVSA que está quebrada. No dudo de que se la entregarán a los rusos porque este Gobierno está muy endeudado con ellos, los chinos y con casi todo el mundo. Pero, lo más grave es que ya no tiene facilidades para conseguir los dólares.
–¿Se pierde la esperanza?
-No. La esperanza es mucha. Dios fue grosero con Venezuela, en el buen sentido de la palabra. Nos dio guasare en el Zulia, sin necesidad de que la gente tenga que meterse debajo de la tierra, como en Europa.
Hay petróleo donde puyemos. Tenemos montañas de hierro y de materiales muy costosos por ser escasos en la naturaleza como el coltan que se necesita en la industria tecnológica y por tanto es apetecible para los rusos y chinos que están interesados en el arco minero y ellos sí van a cobrar porque no tienen escrúpulos. Pero, este país, que tiene tantos problemas y sufre día y noche, se puede recuperar cuando se vayan los chavistas maduristas porque el 70 por ciento de la población es menor de treinta años y ese es el músculo que se necesita para arrancar.