Descrito por quienes le conocieron como un hombre inquietante con una vida personal y profesional frustrada, el exmilitar Devin Kelley, autor del peor tiroteo ocurrido en Texas, fue dado de baja de la Fuerza Aérea estadounidense por violencia conyugal.
Este hombre blanco de 26 años aparentemente se suicidó el domingo, luego de haber matado a 26 personas en la iglesia bautista de Sutherland Springs, una localidad rural de unos 400 habitantes situada a 50 kilómetros de San Antonio. Sus víctimas eran parroquianos de todas las edades.
Cuando cometió la masacre, vestía de negro de la cabeza a los pies.
Algunas fotografías de su rostro -tez clara, sin sonreír, con o sin barba, cabello corto- aparecieron este lunes en la prensa estadounidense.
Residía en New Braunfels, una ciudad ubicada a unos 50 kilómetros de Sutherland Springs, donde perpetró el tiroteo supuestamente motivado por problemas familiares.
Kelley era de esas personas que exponían abiertamente su frustración en las redes sociales. Sus diatribas en Facebook iban dirigidas contra la religión, la iglesia y los creyentes.
Muchos de sus antiguos compañeros de clase han relatado que tomaron distancia de este ateo militante, de comportamiento hostil y frecuentes ataques de violencia.
La carrera militar de Kelley fue breve, sin logros, y marcada por un fin abrupto.
Fue reclutado en 2010 para trabajar como especialista en logística en una base de la fuerza aérea en Nuevo México, estado vecino de Texas.
Dos años más tarde fue juzgado por una corte marcial por violencia contra su esposa y un hijo de ambos. Ella pidió el divorcio ese mismo año.
Por las agresiones fue condenado a un año de detención. También fue degradado y sacado de las filas de la Fuerza Aérea estadounidense. En 2014, intentó sin éxito obtener una apelación para revisar su condena.
Posteriormente se mudó a Colorado, donde su expediente incluye acusaciones de malos tratos contra animales.
Tiros nocturnos
Su otro lugar de residencia conocido es la zona rural texana de New Braunfels: Kelly se instaló allí con su mujer en una granja remodelada, aislada y rodeada de bosques.
Uno de sus vecinos, interrogado por la cadena local KSAT, le describió como un «muchacho normal», en una región donde tener armas es común.
«La única cosa extraña es que escuchábamos muchos tiro al otro lado de la calle (donde vivía Kelley), a menudo por la noche», declaró Mark Moravitz.
Kelley mató sin contemplación a mujeres y niños con su fusil de asalto AR-15 perteneciente a la marca Ruger.
En Facebook llegó a publicar una foto del arma sobre un sofá, con la leyenda: «Es una mala zorra».
¿Por qué disparó contra los parroquianos de la iglesia bautista de Sutherland Springs? Los investigadores apuntaban el lunes a un «diferendo» familiar, pues la antigua suegra de Kelley frecuentaba este templo, aunque no se encontraba allí el domingo.
Antes del sangriento ataque, envió «mensajes amenazadores», según develó a la prensa Freeman Martin, del Departamento de Seguridad Pública de Texas.