Por primera vez en nuestro país se produce una declaración del ministro del ambiente o de como ahora se denomina “ecosocialismo y aguas”, Ramón Velásquez, para declarar la emergencia de agua en los estados Aragua, Carabobo, Cojedes, Lara y Zulia. Para ello justificó que se requería hacer labores de mantenimiento mayores.
Dentro de esa programación estuvo el Sistema Alto Tocuyo, donde se presentó una situación de rotura de la línea de distribución que nos mantiene sin el servicio, declaró el ingeniero Luis Fernando Arocha, expresidente de la Compañía Hidrológica de Occidente (Hidroccidental) que dio origen a Hidrolara.
Recordó que en el 2016 la empresa Pegarca, que realiza las operaciones de mantenimiento en Barquisimeto, hizo reparaciones en juntas y fugas en la aducción entre El Tocuyo y Quíbor, sobre todo en los sectores Mosquitero, Palo Verde y Zona Industrial.
“No descarto que haya intenciones de ganaderos y agricultores que hagan tomas clandestinas”, expuso. “Yo las eliminé cuando era presidente de Hidroccidental. En los últimos dos años tengo conocimiento de que están haciendo reparaciones en la línea; pero, considero que no ha habido el debido mantenimiento en la línea de aducción”.
Estima que las reparaciones que se están haciendo tienen un tinte político para hacer ver que tienen gran eficiencia del trabajo en comparación con la anterior administración del Ejecutivo Regional.
“Sin embargo, la realidad nos indica que ya el Sistema del Alto Tocuyo (SAT) ha agotado su capacidad para satisfacer la gran demanda del servicio por parte de los habitantes de Barquisimeto, especialmente”.
En este sentido precisó que la capacidad máxima del SAT es de 6 mil litros por segundo.
“Ese volumen de captación, conducción y tratamiento para potabilizarla no puede superarse y en consecuencia no es capaz de cubrir la demanda entre El Tocuyo, Quibor, Bobare, Barquisimeto y parte de Cabudare.
Lo vengo diciendo desde el 16 de septiembre 1992 cuando se puso en funcionamiento la quinta línea y se llegó a su máxima capacidad en un acto público donde estuvieron presentes el Presidente Carlos Andrés Pérez, el gobernador José Mariano, el parlamentario Pedro París Montesinos y mi persona. En la ocasión anuncié que el servicio cubriría las necesidades hasta el año 2000”.
El entonces presidente del Sistema Hidráulico Yacambú, el ingeniero Miguel Nucete, informó que aún le faltaban recursos para concluir la obra, cuya inauguración sería precisamente en el año 2000.
Ya vamos a entrar al año 2018 y este gobierno militarista, que se ha endeudado como ninguno otro en el mundo y que le ha inyectado cuantiosos recursos a la obra que hoy se encuentra paralizada, no ha sido capaz de concluirla, manifestó. Y ha cometido el gran crimen de acostumbrar a la población a que viva sometida a la sectorización y regularización del servicio.
Esta situación no puede ser aceptada por las comunidades, enfatizó. Es hora que levanten su voz de protesta para exigir un servicio de agua, en cantidad y calidad. Porque ya se ha hecho costumbre que cuando le dan agua al norte se la quitan al sur; se la dan al este y se la quitan al oeste.
Y tienen que protestar porque no se puede estar creyendo que el Sistema Hidráulico Yacambú-Quibor, como ha venido pregonando el régimen, va a resolver el problema de la falta de la capital larense. Eso no es verdad.
-¿Cuál es la solución?
-Tiene que acudir a otras fuentes, como sería la represa Dos Bocas, en Portuguesa, que garantiza el suministro de agua a Barquisimeto, Cabudare, Duaca, Yaritagua, además de Acarigua y Araure. Y esa obra no necesita un centímetro de trasvase como la de Yacambú, ni una inversión como la de ésta.
Los 17 ministros del ambiente que ha tenido este régimen, todos, han puesto fecha de inauguración de Yacambú y la última declaración fue fijada para el 2019, pero tenemos conocimiento que la obra no sólo se encuentra paralizada, sino que fue dejada en el abandono.
Pero, cuando se culmine esa obra, que no sabemos cuándo será, lo más indicado es que el volumen de agua de trasvase sea destinada única y exclusivamente al riego y a las necesidades agropecuarias de los valles de El Tocuyo, Quibor y Curarigua, con el fin de lograr un potencial agroindustrial que produzca cuatro o cinco veces más de lo que actualmente produce.
-¿Y el embalse de los Dos Cerritos del Sistema Alto Tocuyo?
-Debe ser dejado para el acueducto de El Tocuyo, Quíbor y hasta el sector oeste de Barquisimeto, en el límite donde se encuentra el monumento del obelisco. El resto sería abastecido por Dos Bocas, ya que si se realiza este proyecto podría cubrir las necesidades por cincuenta años, dado que generaría 16 mil litros por segundo, que podría cubrir las necesidades de ocho millones de personas.