Desde el año 1959 hasta la fecha El Paso de Baragua ha tenido muchos maestros, pero por varias generaciones El Maestro fue José Rafael López, Che López, Melquiades y Sócrates que con su luz de sabiduría y bondad se convirtió en leyenda viva que transmitió conocimientos, cultura y fraternidad a esa pequeña población encajada en los límites de Lara con los estados Falcón y Zulia, montaña adentro de la Serranía de Baragua.
Existe una antigua polémica sobre los factores que mueven la evolución humana, los socialistas afirman que es gracias a procesos colectivos mientras que otros pensadores, como Carlyle, sostienen que el progreso está montado sobre la espalda de hombres especiales, quienes con su talento, esfuerzo y constancia empujan a la civilización hacia adelante.
Para los paseños esta confrontación antropológica no tiene sentido porque para ellos Che López fue un héroe cotidiano que durante más de una década le puso un hito a la historia local y luego, el resto de su vida, ejerció tutoría moral sobre hijos, nietos y bisnietos de quienes fueron sus alumnos. Simplemente Che López era El Maestro del Paso de Baragua y así quedará por siempre, no importa que el 28 de octubre haya viajado a la luz definitiva.
Pero más allá de esta realidad sentimental de los paseños, la misión que cumplió Che López en el Paso de Baragua explica un contexto histórico que hoy debemos analizar con parámetros sociopolíticos para intentar la búsqueda del momento cuando perdimos el camino de los principios éticos que alumbraron el nacimiento de la gesta democrática en Venezuela.
Che López llega al Paso durante el Trienio adeco cuando la idea de cambio no pudo sincronizar con las expectativas y convencionalismos del momento, pero no obstante tuvo el suficiente empuje para iniciar una ruta de transformaciones integrales que tenían al sector educativo como motor fundamental. Por ello, aun cuando esa etapa política tiene bajas calificaciones dentro del baremo republicano, representó una siembra de ideales de cambio social que tuvo como cosecha el elevar el nivel de conciencia rural frente a la posibilidad de un país más igualitario. En el Paso de Baragua Che López fue el instrumento eficiente, oportuno y sabio de ese avance del conocimiento colectivo hacia esas posibilidades de una realidad superior.
Perdón Ruperta que para recordar a mi padrino Che lo inserte en complejidades sociológicas, pero es que a los venezolanos nos hace falta entender lo que nos pasa y salir de este enredo histórico retomando el camino ejemplar de personas como él, un ser humano que entendió y promovió la solidaridad como un regalo del corazón y no como un álbum de fotos. Por ello en su casa, en tu santa casa Ruperta, vivieron tus hijos, tus sobrinos, tus primos y todos estudiaron en escuelas, liceos, universidades y en el libro afectuoso de vuestra bondad inconmensurable.
Termino este humilde homenaje recordando una anécdota que le gustaba contar. Cuando cumplió 30 años de docencia sus colegas le dicen que introduzca su jubilación porque ese proceso duraba varios años. Así lo hizo al término del año escolar y cuando se presentó al nuevo año lo recibieron con la noticia de su jubilación en tiempo récord. Fue llorando de tristeza hasta que su mamá y luego a que su esposa, triste porque se sentía inútil. Cuando preguntó la razón del trámite tan inmediato, le dijeron que se debía a que en 30 años de servicio no había faltado a clases ni un solo día.
Murió el maestro
-
- Publicidad -
- Publicidad -
Más leido hoy
Canasta Alimentaria Familiar en Venezuela alcanzó los $476,82 en enero de 2025 #21Feb
El Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) informó que la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) del mes de...
- Publicidad -
Debes leer
Estos son los artistas que se presentarán en el Festival de Viña del Mar 2025 #23Feb
El icónico Anfiteatro Quinta Vergara se prepara para recibir una nueva edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, un evento...
- Publicidad -
- Publicidad -