Los niños y adolescentes víctimas de abusos sexuales en Barquisimeto y el estado Lara encuentran protección y apoyo en los héroes de la Fundación Soy un Guardián, quienes de una forma didáctica y divertida los ayudan a salir de este drama y a neutralizar a sus depredadores.
Se trata de una fundación que está echando sus primeras raíces en Barquisimeto, cuya sede principal lleva seis años en Maracaibo, estado Zulia, y un año y medio trabajando con niños y adolescentes en el Sambil Maracaibo, como lo hará también en el Sambil de Barquisimeto de forma continua.
Fue fundada por Rosalba de Leiva, la guardiana mayor, quien preparó a los guardianes que hoy suman en Maracaibo unos 50, entre psicólogos, sociólogos, terapeutas, amas de casa, docentes y todo aquel que cree en la justicia.
La misma realiza sus actividades en alianza con instituciones del Estado, cuyas funciones legales son trabajar en la defensa de los niños, niñas y adolescentes.
La artífice de crear esta fundación es Leiva, administradora y diseñador gráfico. Es una mujer víctima de abuso sexual, la cual decidió no victimizarse sino ayudar a otros a afrontar una situación que guarde similitud con el horrendo caso que le tocó atravesar.
Por ello, le imprimió la misión de salvar a los niños y adolescentes del abuso sexual, con la visión de que todo adulto se convierta en un guardián.
Preparan guardianes
Estas personas reciben entrenamientos mediante los cuales son capacitados para trabajar con niños y adolescentes en situaciones de riesgo, a través de herramientas sencillas y prácticas para que ellos reaccionen y se defiendan ante un depredador sexual.
Uno de los métodos usados para la preparación de los guardianes es través de talleres, cuya temática son cómo trabajar con jóvenes y niños bajo situación de riesgo, cómo un padre asume que su hijo fue abusado, cómo enseñarle a un niño a no ser víctima y poder ser valiente, relaciones personales, tanto para los padres como para los niños; enseñan a los niños que reconozcan su cuerpo y llamen por su nombre sus partes íntimas y autoestima.
También utilizan para formar guardianes canciones, coreografías y dibujos para colorear, todo relativo a las partes del cuerpo llamadas por sus nombres.
Los niños y adolescentes aprenden
Las experiencias adquiridas por los guardianes en esta fundación son transmitidas a los niños y adolescentes.
Se les enseña a los niños a llamar sus partes íntimas por su nombre, y a que si algún extraño intentara tocarlos les avisen inmediatamente a sus padres.
Este aprendizaje se hace de forma didáctica, divertida, usando recursos llamativos para los niños de fácil aprendizaje. Mientras aprende, se divierten.
La Fundación en Barquisimeto
La Fundación Soy un Guardián, ubicada en Maracaibo, llega a Barquisimeto a través de la marabina residenciada en esta ciudad, la educadora de preescolar Mc.lenis Soré de Rojas y de su esposo, el ingeniero civil Hugo Rojas.
Esta institución zuliana se sensibiliza al escuchar en reiteradas ocasiones la canción La Casita de Dios, escrita por el larense Gilberto Soré, padre de Mc.lenis.
Esa canción describía cómo actuar ante una situación de riesgo y era justamente en lo que trabajaba la fundación en Maracaibo, por lo cual se identificó inmediatamente con el tema.
Posteriormente, establecieron comunicación con Mc.lenis, quien ya llevaba dos años realizando actividades por su cuenta en Barquisimeto de este tipo con más de 300 niños y adolescentes en escuelas y liceos, durante el período de vacaciones.
Desde Maracaibo decidieron iniciar y conformar una alianza estratégica con ella, y es cuando surge la idea de extender a Lara la fundación situada en la capital zuliana, para atender los casos en esta región.
Guardianes larenses
Se encuentran capacitados por la naciente extensión de esta fundación en Barquisimeto 40 guardianes, entre psicólogos, abogados, publicistas, pastores evangélicos y amas de casa.
Desde hace dos años Mc.lenis trabajaba en esta área, pero por cuenta propia, ahora se une en un solo bloque a la Fundación.
¿Cómo reconocer a un depredador sexual?
No tiene un perfil definido. Por ello se le enseña a los niños que si un extraño lo invita a jugar le diga no y le avise a los padres.
Si alguna persona lo abraza y hace sentir mal debe decirle no y avisarle a sus padres.
Un niño no juega ni miente al decirte que alguien le intentó tocar sus partes privadas.
Por eso es importante que los adultos y representantes escuchen a los niños y brinden confianza en lo que él está informando.
Siempre recordándole al niño que no tiene la culpa de lo sucedido.
En el Sambil habrá una actividad sobre el tema
El sábado 18 de noviembre, a las 3:00 de la tarde, la tarima central del Sambil Barquisimeto abre sus espacios a la Fundación Soy un Guardián, donde los niños y su familia pasarán una tarde divertida en la que recibirán herramientas y estrategias para prevenir el abuso sexual infantil.
Compartir con súper héroes “porque todos somos héroes al momento de defendernos”.
También conocerán cómo actúan los villanos.
Se harán presente los 40 guardianes de la fundación en Barquisimeto y la entrada es totalmente libre.
Los niños y adolescentes que asistan se llevarán gratis el libro Cuentos que no son Cuentos, y los adultos que participen durante la dinámica recibirán premios de algunas tiendas reconocidas del Sambil, que se convirtieron en aliados de esta gran idea.
Existe una creencia errada de que solo en los lugares de familias de bajos recursos ocurren abusos sexuales, pero está comprobado que las situaciones de riesgo se encuentran en cualquier parte, inclusive, en los sitios donde se lleva una vida más privilegiada.
Es significativo señalar que sin ser la fundación un órgano de seguridad o de investigación penal, logra mediante la información suministrada por la víctima identificar al presunto violador, colaborando de esta forma con la institución encargada de la defensa de niños, niñas y adolescente, que finalmente tiene la facultad de ordenar la detención de ese depredador.
La Fundación recomienda a los padres ser valientes y convertirse en guardianes de sus hijos, formulando la correspondiente denuncia cuando tenga conocimiento del abuso del ser querido.
Para ello existen el Cedna, Panaced, prefectura o cualquier cuerpo policial.
