El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despegó hoy desde Hawái rumbo a Japón, para la primera parada de su primera gira asiática, que se espera que esté marcada por las tensiones con Corea del Norte y sus prioridades en materia de comercio.
El avión presidencial despegó para iniciar una gira de doce días que le llevará a Japón, Corea del Sur, China, Vietnam y Filipinas hasta el 14 de noviembre.
La agenda oficial de Trump comenzará este domingo en Tokio, donde aterrizará sobre las 10.45 hora local, y hablará con las tropas estadounidenses y niponas en la base aérea de Yokota.Después, Trump almorzará con el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y el golfista profesional japonés Hideki Matsuyama, con quienes jugará después al golf, según la agenda difundida hoy por la Casa Blanca.
Esa noche, Trump y su esposa, Melania, cenarán con el primer ministro nipón y su mujer, Akie Abe. La parada de Trump en Tokio también incluirá una visita a la familia imperial japonesa y una reunión con familiares de japoneses abducidos por el régimen norcoreano, según la Casa Blanca.
Las provocaciones de Corea del Norte, fundamentalmente sus ensayos nucleares y de misiles, dominarán las conversaciones en Japón y Corea del Sur, donde Trump estará el 7 y 8 de noviembre para asistir a una cena de Estado con el presidente Moon Jae-in y dar un discurso ante la Asamblea Nacional (Parlamento). En China, a donde Trump llegará en la tarde del día 8, estarán sobre la mesa la amenaza norcoreana y las preocupaciones de Washington sobre las políticas comerciales de Pekín.
El resto de la gira tendrá un componente más económico, con la participación de Trump a partir del día 10 en el Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) en Danang (Vietnam) y, ya en Filipinas, primero en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y después en la Cumbre del Este de Asia.
La Casa Blanca ha dejado abierta la posibilidad de que Trump se reúna en Danang con el presidente ruso, Vladímir Putin, y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confió hoy en que los mandatarios encuentren “la posibilidad de mantener una larga comunicación” allí.