Al fin el Gobierno reconoce públicamente la incapacidad para el pago de la deuda externa que tiene Venezuela. Y por ello el Presidente de la República, Nicolás Maduro, ha decretado gestionar la reestructuración y el refinanciamiento de la misma.
Al formular tal aseveración el Dr. Edgar Urbáez, economista, abogado, docente universitario, ex diputado y quien cumpliera funciones diplomáticas, dice que “no es tan fácil que Venezuela logre tales objetivos”.
Al respecto señala el especialista los inconvenientes mayores que presenta el país en estos momentos: la más alta inflación del mundo, un panorama de quiebra de empresas industriales y comerciales, inseguridad jurídica, falta de políticas económicas y su principal empresa, PDVSA, en situación crítica por la baja en la producción petrolera y sus refinerías en precarias condiciones para funcionar.
Con todos estos problemas no se pueda llegar a un refinanciamiento y reestructuración de la deuda.
Porque, explicó, el refinanciamiento significa lograr dinero fresco y honrar deuda pasada. Con esta operación se estaría aumentando el volumen total de deuda externa.
Y la reestructuración va dirigida a obtener nuevos plazos de pago que le permitan a la república poder cumplir a futuro.
Además de los aspectos señalados anteriormente, el Dr. Urbáez ve difícil que el Gobierno pueda tener éxito en esta tarea porque Estados Unidos, como sabemos, ha dictado una serie de sanciones de índole económica que tienen efectos severos.
Por una parte, porque esa potencia tiene las dos terceras partes del mercado financiero internacional. Y por la otra porque es el operador del 30 por ciento del mercado comercial mundial.
-Pero, ¿si el Gobierno, a pesar de las dificultades que usted ha puesto de manifiesto, lograra esos objetivos?
-Aunque lo dudo y se diera la situación que usted pregunta, estaríamos incrementando peligrosamente la deuda externa total venezolana y se la estaríamos endosando a las generaciones futuras. Evidentemente, la lectura que nos ofrecen decisiones de esa naturaleza es que estamos frente a una conducta irresponsable de los que están a cargo de los asuntos públicos del país.
-¿En qué forma se afecta a la población cuando se toman medidas como las anunciadas por el jefe del Ejecutivo?
-Sufre desde ya la situación de no tener una oferta de bienes y servicios por la incapacidad de la república de financiar los procesos productivos. Aparte de eso, puede concatenarse también con las compensaciones salariales que da el Presidente, sobre montos que no están en el presupuesto de la nación y que se no se corresponde con la estructura de costos de las empresas industriales y comerciales, lo cual tiene como resultado que la población puede tener más ingresos, pero menos poder de compra. En consecuencia, a futuro estamos produciendo más pobreza y taras en la población.
-¿Por qué el Gobierno no ha tomado las medidas que deberían frenar la inflación?
-Claramente por el costo político que, según ellos, reviste sanear la economía. Entonces, de manera irresponsable se toman por decreto políticas dispersas que no tienen relaciones en lo financiero, en lo fiscal, en lo económico, en lo crediticio y al final del día lo que tenemos es una anarquía económica.
-¿Cómo han terminado aquellos países que han tenido inflación elevada y problemas de deudas enormes?
-En casos del continente, como Argentina, Perú y México entre otros, que tuvieron graves problemas pero no tan gravísimos como los de Venezuela, a tiempo corrigieron sus políticas económicas y pudieron encaminarse a un proceso sostenido de desarrollo. En Venezuela nos embarcamos en la llamada economía de puerto, desarrollando otros países, mediante la creación de empleos y proporcionándole oportunidades a los empresarios para elevar sus producciones, a costillas del inestable ingreso petrolero venezolano.
-¿Cómo enfrentar la inflación que devora los ingresos de los venezolanos?
-Los economistas y los que conocen de la materia saben que la inflación se combate con mayor producción de bienes y servicios, para que haya competencia y bajar los precios de los productos. Pero, en Venezuela ha sido lo contrario. Compramos en el exterior con un bolívar que a través del dólar está cada vez más devaluado y así el Gobierno termina arruinando el parque industrial que opera a una capacidad instalada menor del 30 por ciento, lo cual no permite una oferta satisfactoria para la demanda creciente de bienes y servicios que requiere la población.
-¿Por qué el Gobierno no ha podido corregir los errores de sus políticas teniendo economistas a su servicio?
Es inexplicable, porque habiendo técnicos reconocidos, en todos estos años, en el equipo de gobierno, no se hayan tomado los correctivos. Más aun y grave cuando el precio del barril petrolero en su momento llegó a alcanzar los 130 dólares por barril, que fue un momento de holgura en que las autoridades pudieron maniobrar y enderezar el camino, no pensaron en que había que aprovechar el tiempo de las vacas gordas. Se perdió la oportunidad .Más de mil millones de dólares fueron recibidos por ingresos externos mineros petroleros. Ahora vemos el resultado: extrema inseguridad, falta de medicinas, escasez de productos alimenticios, educación de una calidad comprobadamente mala, y pare de contar.
-En este momento, ¿cómo cree que nos ve la comunidad internacional?
-La comunidad financiera internacional no ve bien la ejecutoria que ha sido manifiestamente equivocada, desde el punto de vista económico y que ha adelantado el Gobierno nacional en estos últimos 18 años. Hay desconfianza generalizada en el mundo porque ha obtenido enormes ingresos por la venta del petróleo y se ha endeudado en forma excesiva. El riesgo país está aumentando y, en fin, da tristeza el espejo en que nos mira el mundo, porque quedamos como uno de los peores países.