En Venezuela tenemos una población bastante deprimida a causa de una gestión de los factores de poder dirigidas a la manipulación de la emotividad colectiva, lo que hace que las personas caigan como en unos baches de profunda desesperanza al punto de que los vemos abatidos, de brazos caídos, como sintiendo que ya no vale la pena seguir adelante, huyendo incluso de la situación adversa.
La explicación la hizo la psicólogo Mary Carmen Rivas, de la ONG Apóyate, durante el evento que con víctimas y familiares de la violencia se realizó este jueves en el auditorio del Colegio de Abogados, organizado por la ONG, Justicia, Encuentro y Perdón, que dirige Rosa Orozco, progenitora de la joven Geraldine Moreno, asesinada en Valencia durante una protesta.
La doctora Rivas señala que su trabajo consiste en hacerle comprender al ciudadano común que está siendo víctima de unos ataques terribles a su emotividad, ataques mediáticos muy bien pensados para la desmoralización de las personas.
“Esta crisis le da al venezolano una oportunidad de ser mejor, de entender que las cosas, con trabajo, con procesos sostenidos, saliéndonos de las soluciones mediatistas, que todo lo queremos para ya, nosotros podemos resolver nuestros problemas.Al consultársele si persiste el temor a la represión a pesar de la tranquilidad que se disfruta últimamente, responde positivamente.
“Persiste el temor porque las estrategias que se han usado para controlar a la masa lo que buscan es manejar el miedo y el miedo paraliza, neutraliza a la persona, desestimula, pero a pesar del miedo se puede decir que hay personas resteadas con el país, negadas a la posibilidad de abandonar nuestro suelo”, afirmó.
Lesa humanidadPara Rosa Orozco, en el caso de su hija Geraldine, cree que “se ha hecho plena justicia”, así, entre comillas, porque hay 14 GN implicados y 2 sentenciados a 30 y 16 años y 6 meses, pero considera que hay otros implicados, entre ellos del alto mando militar.
“Pero el dolor no lo calma nada, el dolor sigue ahí, es una palabra, lo que uno carga en el corazón es algo que nadie puede describir. Yo no voy a revivir ni nadie me va a devolver mi muchacha porque encarcelen o porque haya sucedido algo, pero en la democracia tiene que acabarse la impunidad”, señala.
Aún hay personas detenidasEn el estado Lara todavía quedan 17 personas detenidas a raíz de los hechos de violencia de hace algunos meses, algunas en el destacamento policial Alí Primera y el CICPC, incluyendo a un menor de 16 años.
Lo denuncia el abogado Andrés Colmenares, de Funpaz, quien informó que 20 GN imputados en las muertes de Antonio Canelón, José Manuel Colmenares y José Manuel Sosa, durante las protestas,continúan fugitivos.
Atribuye la falta de aplicación de la justicia en esos casos a la falta de interés en el Ministerio Público, pero avirtió que Funpaz sigue exigiendo justicia y que se respeten los derechos humanos.