Veinticuatro horas de atención amerita la mayoría de las ochenta criaturas que son albergada en el Hogar de Niños Impedidos (Honim), de esta ciudad.
Cada uno de esos niños requiere de un millón de bolívares, mensualmente, en alimentación, tratamiento médico y cuidados.
Es un milagro Honim, porque sólo por la voluntad de Dios es posible reunir los recursos, que se evaporan porque la inflación devora el dinero que se puede obtener, dijo el padre Laudence Betancourt, director del instituto, cuando visitó la Redacción de EL IMPULSO, acompañado por el Dr. Oscar Bracamonte y su esposa, Odalys de Bracamonte, quien coordinan la Gran Verbena que se efectuará este domingo en el Hogar Canario Larense, precisamente para recabar recursos que será destinados a esos pequeños seres humanos.
Esta Gran Verbena ya se ha convertido en una actividad anual, generalmente en el último trimestre, con el fin ya mencionado. Conviene resaltar que Honim cumplió 35 años el 29 de agosto. En todo ese tiempo han venido siendo atendidos niños discapacitados y en situación de abandono familiar y social.
Estos niños han sufrido mucho porque provienen de familias destructuradas, extremadamente pobres, que han pasado hambre y calamidades.
Pero, la crisis que se ha enseñorado en el país como consecuencia del modelo económico implantado que ha traído como consecuencia una inflación indetenible, ha afectado considerablemente las funciones de Honim.
Conviene indicar que el Estado venezolano está en la obligación de darle todo su apoyo y recursos a estos venezolanos; pero, lamentablemente, apenas aporta el ínfimo 3 por ciento del presupuesto que requiere la institución, que hoy tiene albergados a 80 niños.
Hemos tenido escasez de alimentos y medicinas en muchas ocasiones; pero, no nos ha faltado empeño en resolver esta situación dolorosa, expuso el padre Betancourt.
Lo más preocupante ha sido la falta de sicotrópicos y anticonvulsivos, se lamenta. Han sido momentos muy críticos y desesperantes porque los niños sufren mucho y tratamos por todos los medios de que no empeore sus males.
Atender esos niños requiere no sólo de un gran esfuerzo humano, sino también económico, porque cada uno de esos seres requiere en promedio un millón de bolívares al mes, ya que no sólo tienen que alimentarse balanceadamente, sino que los medicamentos que necesitan cada día son más costosos y escasos.
Los anticonvulsivos que hace cinco meses costaban 50 mil bolívares hoy están llegando a los dos millones de bolívares.
De allí la necesidad de obtener recursos en la Gran Verbena para paliar esta situación, declaró. La actividad comenzará a las 10 de la mañana y se mantendrá hasta las 6 de la tarde. Hay estacionamiento vigilado.
Los asistentes pagarán 500 bolívares para entrar y podrán disfrutar de rifas, juegos, bómbolas, bailes y comidas típicas.
La invitación es para todas las personas que deseen tenderle la mano a los niños impedidos, quienes necesitan apoyo de todos.