Para recordar: “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos 3:28)
El 31 de octubre de 2017 se cumplieron 500 años de la Reforma Protestante, adjudicada al teólogo Martín Lutero, quien en la puerta de la Iglesia Wittenberg (Alemania) colocó “95 tesis” en contra de la Iglesia Católica.
Para esa época Lutero estudió, entre otras cosas, que la salvación y justificación es por la fe y no por el pago de indulgencias o por obras (ver texto inicial, Efesios 2:9). Ya que las obras son consecuencia de la fe (Santiago 2:14-17).
En este sentido, Goldstein C. (2017) señala: “… somos justificados ante Dios, no por nuestras obras, sino por causa de Jesús, cuya justicia se hace nuestra cuando la aceptamos por fe” (Guía de Estudio de la Biblia, Oct-Dic. 2017, p. 41).
Por esto, Lutero exhortó a la Iglesia católica a que debía basar la fe (doctrinas) en la “Sola Scriptura” (en la Biblia). Y aprovecho el 31 de octubre de 1517 para colocar sus tesis, ya que el día siguiente (1° de noviembre) se acercarían los feligreses a la Iglesia para conmemorar el día de los santos.
El inicio de la iglesia Católica se remonta al 538 d.C., y desde allí, sin que tengan culpa los miembros de la Iglesia actual, se introdujeron distintas doctrinas sin basamento bíblico. Entre otras enseñanzas que señaló Lutero como equivocadas estaban y muchas de ellas están: El purgatorio; la doctrina de la transustanciación (el pan y el vino lo convierten, literalmente, en el cuerpo y la sangre de Cristo); la inmortalidad del alma; infalibilidad papal.
Esto molesto al Clero, tal como sucedió cuando Jesús les habló a la cúpula del Sanedrín, o cuando alguien le habla verdades a un gobierno. En una conferencia (28/10/17), el estudiante de teología Daniel Mora, dijo: “La libertad de pensamiento no incomoda, lo que molesta es el poder de comunicación y los cambios que se producen por ello”.
En la es.wikipedia.org señalan que Lutero fue llevado en el 1521 ante la dieta de Worms, para que se retractara y contestó lo siguiente: “No le creo ni al Papa ni a los concilios, ya que está demostrado que a menudo han errado, contradiciéndose a sí mismos. Por los textos de la Sagrada Escritura que he citado, estoy sometido a mi conciencia y ligado a la palabra de Dios”.
Desde 2016, la Iglesia Católica planificó que para este año 2017, prácticamente, se termine el “protestantismo”; donde se espera que el Papa Francisco, por medio de sus actividades ecuménicas, logre firmar alianzas doctrinales con la Iglesia Luterana y otras denominaciones religiosas, que se apeguen a su tradición u “origen” y nos preguntamos: ¿Se apagará, totalmente, la intención de Reforma que Lutero inició? ¿Tiene la Iglesia Católica algunas cosas (doctrinas) que cambiar?
Según el Concilio Vaticano II, la iglesia Católica no tiene nada que cambiar y allí se señala: “Lo que la Iglesia ha enseñado a lo largo de los siglos, nosotros lo seguiremos enseñando” (www.vatican.va).
En realidad Lutero lo dijo claro: “Ruego que dejen mi nombre en paz. No se llamen así mismos ‘luteranos’, sino cristianos… según Aquel (Cristo) de quien nuestra doctrina viene” (es.wikipedia.org).
A 500 años de la reforma nos toca a nosotros continuar emancipando la obra de Lutero, sin ser luteranos, con el fin de cumplir la doctrina como está escrita en la Biblia.
Eduardo Iván González González
www.ventanabiertalmundo.com