Despertar con paliza suena bien. 14 carreras y 17 hits en una noche de gran soltura para la ofensiva cardenal. Después de anotar apenas tres veces en 36 capítulos, la mecha fue encendida por el catcher de reserva Yojhan Quevedo, con un leñazo de dos anotaciones a las gradas del center-left. El explosivo inning de cinco carreras, segundo mejor de la campaña, hizo respirar de alivio a una cueva que vibró con el grueso ataque en el medio del lineup. El manager José Moreno movió la nómina, llevó a Elvis Escobar al tercer turno, alineó a Quevedo y ubicó a Law en la inicial.
Las cosas salieron bien ante un pitcheo endeble de Anzoátegui, cuyo abridor Yeiper Castillo tambaleó desde el inicio y se fue vapuleado en el rendidor quinto tramo. Néstor Molina fue ayudado en la segunda entrada por la defensiva de sus jardineros, logrando outs importantes en segunda y el plato cuando la diferencia era pequeña. Por eso, con cuatro hits no lograron anotarle. En el resto del camino tropezó en el sexto y allí Caribes logró su única rayita, quizás por el receso en el trabajo del diestro carabobeño. Con la pizarra holgada, Yapson Gómez y José Rodríguez terminaron la tarea.
Primera victoria en carretera para un elenco que requería de un sacudón así. Marcharse de Puerto La Cruz con dos conquistas sería auspicioso para iniciar la remontada con los próximos juegos en casa. La encomienda está en el brazo del cubano Jorge Martínez.
Quebrar la racha adversa era la misión y se logró con ocho extrabases y dos innings de cinco carreras. Veremos.