El amor por la cocina y el éxito es algo que King Sam Chang lleva en sus genes, puesto que sus padres, con ascendencia china, han logrado sacar adelante a un reconocido restaurante en la ciudad larense. Al crecer entre fogones se volvió algo imprescindible para este joven dar a conocer lo que a su criterio, es lo mejor de la gastronomía larense: los pepitos.
Apenas cumplía la mayoría de edad cuando decidió tener su propio negocio en Barquisimeto, el lugar que lo vio crecer, en esa oportunidad decidió darle su toque a la comida venezolana, por lo que llevó por nombre “Criollo King”; sin embargo, las condiciones del país lo obligaron a buscar nuevos caminos, por lo que se dirigió a Miami.
Fue así como hace cuatro años pasó a ser un inmigrante venezolano con ganas de triunfar. Para King había algo tácito: su pasión por la gastronomía, por lo que no dudó en estudiar artes culinarias en una universidad americana-peruana. Allí comenzó a hablar constantemente del pepito, plato típico por excelencia para los larenses. “Al menos una vez a la semana uno iba a comer pepitos”, dijo el joven como buen guaro.
Si bien en un principio realizó su formación con intenciones de regresar y mejorar tanto el restaurante de su padre, como el suyo, explicó que la situación en Venezuela no mejoró, por lo que decidió asumir un gran riesgo y emprender en un país ajeno.
A pesar de que los platos venezolanos ya invaden los terrenos en Miami, para King faltaba algo que para él es tan importante como lo es un pepito guaro. “Hay varios puestos de pepitos pero son caraqueños o valencianos y no es lo mismo, allá están acostumbrados a ponerles vegetales como lechuga, tomate, también papas y pueden hacerlo con pan de perro caliente; son muy distintos”, aseguró.
Con su firme creencia de que “no hay nada como un pepito guaro”, decidió crear Kurvan cuyo significado es sueco y significa “curva”.
Explicó que en la búsqueda del nombre quería algo que tuviera la letra “K”, debido a que para él siempre ha sido importante tenerla presente, asimismo, quería algo que mostrara un cambio. “En un camino recto una curva es algo distinto, por eso nos gustó”, detalló.
Los conocimientos adquiridos hiciero además que la propuesta fuera diferente, por lo que sus pepitos van un poco más allá y presentan ingredientes de calidad, así como combinaciones únicas, tal y como el de plátano dulce y capressa.Además, tienen como característica que no están acompañados por papas fritas tradicionales, sino por papas trufadas, que suelen encontrarse en exclusivos restaurantes.
La propuesta de King ha logrado calar entre el público latino siendo visitado por reconocidas personalidades. Igualmente, ha permitido que los americanos se arriesguen a probar algo distinto, sorprendiéndose incluso por las salsas que cubren a estos sándwiches tan únicos.
