En la despedida del octubre décimo mes del año, debemos conmemorar el día 28 el 246º aniversario del natalicio de Simón (Narciso) Rodríguez, maestro y mentor del Libertador para quien “es el mejor hombre del mundo”.
Invocamos además al pensador, escritor, periodista, filósofo, sociológico, poliglota y conocedor a fondo de la sociedad hispanoamericana. Lo expone en la que califica de su obra clásica: Sociedades Americanas publicada en Arequipa (Perú) en 1828, la cual cobra vigencia en esta bochornosa situación a la cual nos tienen sometidos en la Venezuela siglo XXI.
En ese texto insiste en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica, concepto que sintetiza en una frase: «La América Española es Orijinal i ORIJINALES han de ser sus instituciones i su gobierno i ORIJINALES sus medios de fundar uno i otro. O Inventamos o Erramos». Con el título de la última frase, convertida en consigna, elabora otro libro editado libro en este nuevo siglo.
La condición revolucionaria la revela en la conspiración de Manuel Gual y José María España. Ante el fracaso sale de Caracas rumbo a Kingston (Jamaica). Aquí cambia de nombre y adopta el de Samuel Robinson. No volvió en vida nunca a Venezuela.
Comienza el peregrinaje que le lleva a establecerse en Baltimore (Estados Unidos) donde ejerce de cajista de imprenta; París (Francia) donde hace de traductor.
¨Permanecí en Europa por más de veinte años; trabajé en un laboratorio de química industrial; concurrí a juntas secretas de carácter socialista. Estudié un poco de literatura, aprendí lenguas y regenté una escuela de primeras letras en un pueblecito de Rusia¨, dejó escrito en sus apuntes.
Maestro y alumno se reúnen en 1804 en Vienay y entre los dos se da una sólida y bella amistad, decisiva en el nuevo rumbo de Simón Bolívar.
«Usted formó mi corazón para la justicia, para lo grande. Yo he seguido por el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto» le manifestó el después proclamado Libertador.
El 15 de agosto de 1805 le acompañó en el Juramento del Monte Sacro.
«Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor; y juro por mi patria; que no daré descanso a mi brazo, ni reposo a mi alma, hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español».
En ejercicio de la Presidencia, el General Carlos Soublette, le invitó a retornar a la patria. El rechazó: «Regresar no es avanzar. ¿Y a una Venezuela sin Bolívar?»
Distante Árbol de las tres raíces proyecto golpista que ejecuta el régimen y el cual involucra a Simón Rodríguez, su alumno Libertador y el líder de la Federación Ezequiel Zamora.
El «viejo observador de las revoluciones del siglo» —tal definía en su época al maestro El Mercurio de Chile— expresaba: “No quiero parecerme a los árboles, que echan raíces en un solo lugar; sino al viento, al agua, al sol, a todas esas cosas que marchan sin cesar”.
Igual parece sospechoso que en el 59º aniversario del Pacto de Punto Fijo, a conmemorarse este 31 de octubre, el populismo politiquero suplanta en cuatro gobernadores del partido Acción Democrática, protagonista junto con Unión Republicana Democrática y el socialcristiano Copey de dicha alianza, caiga en el negocio chantajista que le compromete en convalidar una fraudulenta Asamblea Constituyente.
Para reflexión recitamos a Simón Rodríguez (Samuel Robinson):
«El interés general está clamando por una reforma, y la América está llamada por las circunstancias a emprenderla. . . Para hacer repúblicas es menester gente nueva, y de la que se llama decente lo más que se puede conseguir es que no ofenda. . .Originales han de ser sus Instituciones y su Gobierno. O inventamos o erramos».
Al MARGEN. Consciente de emergencia por falta de medicinas de uso común, el castrense castro comunista régimen dota a centros de salud, con único requisito: presentar carnet de la patria.