Las horas de vida del venezolano ahora son destinadas en una cantidad considerable a mantenerse afuera de alguna entidad bancaria para hacer cualquier trámite, pero muy especialmente para conseguir dinero en efectivo.
Es algo que afecta a toda la ciudadanía, incluso a las personas mayores quienes deben acudir a retirar su pensión durante varios días para poder recibir el monto completo, en algunos casos deben tomarse toda la semana para sacar las bajas cifras que les ofrecen, las cuales no retribuyen las largas horas de espera.
En un recorrido realizado por EL IMPULSO se evidenció la situación, en la que las personas prácticamente acampan afuera del banco para poder hacer sus operaciones. Tal es el caso de Francisco González, quien a las 5:00 de la mañana ya estaba de primero en la fila, a pesar de vivir en Yaritagua. Él madruga únicamente para retirar su dinero, generalmente debe esperar al menos cuatro horas para poder obtenerlo, pero aseguró que al menos lo recibe completo.
Su labor la realiza en horario nocturno lo que implica que en muchos de los casos no pueda descansar bien, pero hace el esfuerzo para poder obtener el dinero. Si bien se trata de una persona de tercera edad, en este tipo de cosas las exclusividades se han perdido, por lo que debe mantenerse de pie durante todo el proceso.
Celina Camacaro, también debió madrugar para ocupar un buen lugar en la cola en la cual se plantó desde las 5:30 de la mañana. Ella detalló que además del tiempo que debe esperar para que se abra el lugar, debe someterse al “despelote” que se forma en el interior de la entidad financiera.
En su caso, acudió para retirar su pensión, la cual le han estado cancelado con 50 mil bolívares en efectivo cada día, por lo que debe pasar la mitad de la semana en el banco. “En cualquier parte es así”, es el consuelo para la dama quien además dijo desconocer el nuevo sistema de Pago Móvil.
Las personas deben ingeniárselas para hacer tiempo y poder sacar su dinero, de lo contrario, se pueden quedan sin el efectivo para el pasaje o para comprar cualquier alimento, que generalmente consiguen con sobreprecio y sin punto de venta.
“Es la plata de uno, pero no sabemos cuánto nos darán”, dijo Alí Suárez, usuario de una entidad bancaria en el centro de la ciudad, una de las zonas más congestionadas por contar con numerosos bancos, combinando entonces las colas por algún producto regulado y ahora éstas.
La petición de permisos en los trabajos se ha vuelto común, asimismo, los usuarios aprovechan cualquier tiempo libre para hacer sus operaciones.
La suerte de algunos no es muy buena, por lo que apenas reciben 20 mil bolívares diarios si los solicitan por taquilla.
Los cajeros automáticos tampoco escapan de esta situación, desde temprano también se puede ver la fila de personas esperando retirar dinero, pero es más el tiempo perdido que el efectivo a recibir, solo 10 mil bolívares.
