DIVIDE Y TRIUNFARÁS POR AHORA

Esta conocida frase siempre tiene vigencia sobre todo para quienes pretender alcanzar esa meta cueste lo que cueste. Al respecto, en 1981fue publicada la célebre novela del escritor colombiano García Márquez: Crónica de una muerte anunciada. Al respecto, los resultados adversos de los comicios regionales de octubre de 2017 para sector opositor venezolano, constituyeron una derrota anunciada que no era difícil imaginar. Debía tenerse bien claro que desde fueron aceptadas las condiciones planteadas e impuestas por el CNE: adelanto de los comicios, dificultades para la sustitución de candidatos, cambios de los centros de votación de última hora, fallas técnicas (CANTV, INTERNET) etc., etc., no podían augurarse mejores resultados. A ello debemos añadirle las discrepancias internas en la MUD, desconfianza con la que algunos electores veíamos a algunos candidatos. Aunado a ello también hay que señalar que algunos dirigentes de la oposición venían realizando una campaña negativa entorno a los candidatos que repentinamente tuvieron que salir a promocionar.
Además de esta negativa jornada electoral, ahora adoptando una postura inquisitoria y de yo no fui, se quiere llevar a la hoguera de la opinión pública a los gobernadores de la oposición electos a quienes no les quedó más remedio que juramentarse ante eso que llaman Asamblea Constituyente. Recuerdo muy bien aquella campaña electoral del año 1998 en la que Acción Democrática después de aupar la candidatura de Alfaro Ucero, líder fundador de AD, terminó apoyando a Salas Romer. El cahvismo ha logrado su objetivo: dividirnos. El escenario político de la oposición venezolana parece un almacén de fuegos artificiales ardiendo, donde los que tienen los fósforos son los que supuestamente habían pasado a ser los neo-escuálidos. Sólo quedaron argumentos: Maduro es colombiano, el CNE manipuló el software, el TSJ es inconstitucional, la convocatoria no debió hacerla Maduro. Sin embargo fueron propuestos candidatos y todos fuimos a votar, o no fue así. Parece que los que tienen las cerillas, nos escondieron el GPS, brújula bitácora y demás instrumentos de orientación. Vamos a tener que deponer actitudes y aceptar que se perdió una batalla mas no la guerra. Estoy seguro que encontraremos una salida, siempre debe prevalecer la cordura, la sindéresis, la reflexión, cualidades éstas que caracterizan a la oposición venezolana.