La fulgurante carrera política de Henry Ramos Allup se estrella como un meteorito en la Constituyente
Henry Ramos Allup, cuya carrera política se disparó cuando públicamente encabezó el pronunciamiento para el enjuiciamiento de Carlos Andrés Pérez y el defenestramiento de éste, ahora parece que está como esos boxeadores que tiene que buscar refugio en las cuerdas después que cuatro gobernadores, apoyados por él y su partido, se juramentaron ante los jerarcas de la Asamblea Nacional Constituyente, que el máximo jefe adeco había calificado de “prostituyente”.
Quedó atrapado por las afirmaciones del gobernador zuliano Juan Pablo Guanipa, en el sentido de que Ramos Allup trató de persuadirlo para que se juramentara ante esa instancia, que fue rechazada el 6 de julio del presente año por más de siete millones de opositores que asistieron a la consulta soberana convocada por la Asamblea Nacional, por el propio secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, por el Grupo de Lima, más de cuarenta países y, en general, por divergas organizaciones internacionales que ahora mismo consideran que hubo irregularidades en las elecciones regionales del pasado 15 de octdubre, dos días antes que el conocido como “el turco” cumpliera 74 años.
Le dicen “el turco” porque sus padres, Emilio Ramos Rached y Amanda Allup de Ramos, son de ascendencia libanesa. Ingresó muy joven al partido Acción Democrática en su ciudada natal, Valencia, donde llegó a ser jefe de profesionales y técnicos, para trasladarse luego a Caracas, donde comenzó su adiestramiento como dirigente con Gonzalo Barrios. Llegó a ser sub jefe de la fracción parlamentaria bajo la conducción de Carlos Canache Mata y cuando éste se jubila, asume las riendas de esa bancada.
Como tal fue el hombre que no sólo se lanzó contra el liderazgo de Carlos Andrés Pérez, que ya había sido fuertemente vapuleado por “El Caracazo” y las intentonas golpistas del 4 de febrero y 29 de noviembre de 1992, sino que alzó su voz para pedir su enjuiciamiento, para el cual se llevó el caso a la entonces Corte Suprema de Justicia y el Presidente de la República fue defenestrado. “Habría preferido otra muerte”, se lamentó Carlos Andrés ante la nación.
Hugo Chávez, quien justificó su intentona contra Pérez por los sucesos de febrero y comienzos de marzo del 92, en febrero de 2010 afirmó que El Caracazo fue la chispa que encendió el motor de la revolución bolivariana.
Cuando es disuelto el Congreso Nacional, sale Ramos Allup, pero vuelve a la Asamblea Nacional en el 2000 y ocupa la jefatura de la fracción parlamentaria de AD.
Pero, fue más allá, según confiaron fuentes que estuvieron vinculadas a esa organización política. Llega a la presidencia del partido en momentos en que formó fómula con Rafael Marín, quien fue escogido como secretario general nacional, Dentro de la dirección se encontraba Alfredo Coronil, Hernán Vásquez, Alfonso Marquina, Edgar Zambrano, Argelia Saud, Manuel Cova, Lilian de Rivera, entre otras figuras.
A finales de 2002, Ramos Allup promueve la realización de un Comité Directivo Nacional y al lograrlo se plantea la expulsión de Marín, quien se había ido a Madrid para asistir a una reunión de la Internacional Socialista y posteriormente a Marruecos para otra reunión de esa organización de la socialdemocracia que analizaba la situación de África.
Se argumentó, según nuestros informantes, que Marín no estaba cumpliendo con sus funciones de secretario general y que tenía aspiraciones presidenciales, contando con el apoyo de los militares disidentes que habían tomado como punto de concentración la plaza de Altamira.
Marín fue echado del partido blanco, pero muchos de los dirigentes que no estaban de acuerdo con esa expulsión, decidieron separarse de sus funciones y algunos de ellos fueron posteriormente a formar parte de Un Nuevo Tiempo. Uno de ellos fue Luis Emilio Rondón, padre del actual rector del Consejo Nacional Electoral.
El 29 de noviembre de 2005, en horas de la mañana, Ramos Allup anunció que su partido no participaría en las elecciones parlamentarias por considerar que el CNE no garantizaba la transparencia necesaria, Después se sumarían a su opinión César Pérez Vivas, de Copei, y de igual forma dirigentes de otras organizaciones.
El resultado como es sabido es que la Asamblea Nacional fue dejada en manos de Chávez y sus seguidores. Naturalmente, todos los poderes se plegaron al barinés.
En el 2006, cuando se presentó la candidatura de Manuel Rosales a la presidencia de la República, después que este se midiera con Teodoro Petkoff y Julio Borges, Henry Ramos Allup se resistió a apoyarlo. Fue cuando se formaron aquellos grupos de “adecos con Rosales”. Y Chávez mantuvo la jefatura del poder nacional.
En el 2012, Ramos sostuvo que AD no tenía condiciones para buscar una candidatura presidencial y comienza a buscar los mecanismos destinados a ser el único jerarca de su pàrtido.
Es asi como se reforman los estatutos que permiten que el Comité Directivo Nacional renuncie a sus atribuciones y se las confiera al Comité Ejecutivo Nacional y éste a su vez le de toda la supremacía a Ramos. El último comunicado de Bernabé Gutiérrez establece que el único vocero de AD es, precisamente, Ramos Allup.
Y fue éste quien planteó dentro de su organización que el hombre que podría ser el presidente de la transición era Henri Falcón. Convino con el mandatario en cederle la cabeza de lista en Barinas para colocar a Julio César Reyes, de Avanzada Progresista, en la Asamblea a cambio de Edgar Zambrano en Lara.
