Hasta dos horas en una parada de El Ujano, al este de Barquisimeto, espera diariamente la señora Ana Díaz para poder agarrar un Ruta 21 que la acerque a su lugar de trabajo.
Su salida de casa ha tenido que adelantarse y la llegada a sus destinos es incierta.
Se alegra cuanto pasa uno de los autobuses que necesita tomar, pero no todos los conductores hacen caso a su brazo levantado que pide el servicio.
Cuando consigue detener la marcha de una buseta, debe ir casi colgando en la puerta de la unidad, aunque a veces consigue que alguna persona joven se apiade de ella por su edad.
Historias como esta se escuchan por montón al consultar sobre el transporte colectivo en esta popular comunidad de la capital larense, por la que transitan autobuses de las líneas Ruta 12, Ruta 21 y Transbarca.
El servicio en este sector de la ciudad crepuscular pasó a ser uno de los más completos, a ser catalogado como pésimo.
Era difícil conseguir una unidad en óptimas condiciones, cuentan, pero se podía tomar un autobús regularmente.
“Antes los transportistas trabajaban para acá a partir de las 4:30 de la mañana y ya no. Ahora empiezan a rodar a las 6:00 -a.m.-”, se quejó el señor Javier Ortega, habitante de la comunidad.
Saben que lo que sucede desde aproximadamente dos años se debe a la escasez de repuestos, cauchos e insumos, así como los inaccesibles costos, que se traducen en una inoperatividad del 70 % de la flota del Sindicato Automotor.
Para la zona también trabajan algunos ‘rapiditos’, pero cada vez son menos y, dependiendo de la hora, quitan entre 700 y 1.500 bolívares.
“A partir de las 5:00 de la tarde no puedes agarrar un taxi a menos que vayas guindado de la puerta”, expuso Quintero.
Ante el deficiente servicio, los habitantes de El Ujano pidieron a las autoridades que se tome cartas en el asunto y se fiscalicen las tarifas.
“A personas que no tenemos un trabajo fijo, que salimos día a día a conseguir el pan y que tenemos que movilizarnos a varios puntos, se nos hace muy alto ese precio”, se quejó otro vecino.