Reflexiones en Positivo – Nos unimos o nos hundimos

He oído a muchas personas en todos los ámbitos decir que en nuestro país se acabó todo, que no hay nada que celebrar y que las esperanzas de recuperación cada día se alejan más y la credibilidad de nuestra patria se evaporó tanto interna como externamente.
Es posible que tengan razón, pero no debemos permitir que nos arrope la desesperanza. Debemos seguir trabajando en busca de soluciones favorables para todos y no caer en el desespero. Tenemos que superar los obstáculos con mucha inteligencia, creatividad y optimismo. Unidos todos seremos más fuertes que las dificultades. Todos unidos debemos apostar por nuestro país que amamos y es de todos, no solo de un grupo que piensa en la destrucción con ideas maléficas y fuera de todo contexto que solo conducen al desastre.
Nuestro país tiene tantas bondades e incuantificables riquezas y bellezas que deberíamos sentirnos orgullosos, demostrando que no hay otro en el mundo que pueda igualarlo; por tal razón manejarlo con sentido patriótico para todos y así no habría motivo para que nuestros jóvenes profesionales de primera línea emigren en fatales condiciones en busca de una mejor calidad de vida, sin espíritu de emigrantes con lágrimas y el corazón roto en busca de un mejor destino. Mas, la otra cara de la moneda es: ¿Qué les ofrecemos aquí a nuestros hijos, nietos, sobrinos y primos?, si todos estamos en graves dificultades, cada día disminuyendo lo poco adquirido en toda una vida de trabajo, compartiendo, generando puestos de trabajo y pagando impuestos al día y como recompensa no creo que a nadie le alcance para vivir medianamente cómodo, aparte de la desilusión y de la ausencia de los seres queridos. Cuanta tristeza causa ver los cuartos vacíos, las sillas del comedor vacías, la ausencia del ruido y el taconeo de los hijos, nietos y sobrinos ausentes, convirtiéndose los hogares en un silencio sepulcral. Se marcharon amando a su país y dejando a sus padres con un decir de los dientes hacia fuera: gracias a Dios que mis hijos se fueron, y por dentro nosotros deshechos, llorando como lloran los indios para dentro, que no se le vean las lágrimas pero con el corazón hecho pedazos.
Aspiramos a una pronta rectificación por el bienestar de todos, ruego a Dios que en nuestro país haya una solución pacífica, positiva, que se acabe esa discordia y poder ofrecerles a todos esos jóvenes profesionales con mucho talento que se han ido, un país estable donde se sientan seguros y no pierdan el derecho de vivir en su patria.
¿Se habrán dado cuenta los responsables de la huida de nuestros hijos del gran dolor que causan y el mar de lágrimas?, sobre todo para aquellos padres que tenemos raíces campesinas. Un hijo puede ser un adulto mayor pero mientras está vivo para nosotros sigue siendo menor de edad. Razones que la razón no entiende o cosas del corazón.
¿Como podemos acabar con la fábrica de pobres, así sea muy beneficiosa para algunos?: produciendo y estimulando al que construye y no destruye. ¿Cómo acabar con el desempleo y la escasez?: estimulando a quien produce, respetándolo, conservándolo como un aliado a solucionar las fallas. ¿Es que no se dan cuenta que sin comida no hay ánimo de producir? Permitan que quien ama el campo desarrolle su creatividad como un aliado, acuérdense del mensaje que nos dejo Dwight D. Eisenhower: “La agricultura se ve fácil cuando el arado es un lápiz y se está a mil millas del campo de maíz”, sin olvidar que donde hay pobreza por mal manejo no hay duda que hay violencia.
Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país……