No solamente el primer trimestre de este año fue negativo para el sector manufacturero venezolano, desde el 2012 la industria nacional viene registrando un comportamiento negativo en cuanto a la capacidad instalada, producción de bienes y generación de puestos de trabajo.
El pronunciamiento lo hizo el presidente de la Confederación de Industriales de Venezuela (Conindustria), Juan Pablo Olalquiaga, saliendo de esta manera al paso a las declaraciones que emitiera el Jefe del Estado, quien aseguro que el año 2017 le había ido muy bien a la industria nacional.
Hizo referencia a la última encuesta de coyuntura, en donde el 76 % de los industriales consultados reveló que habían disminuidos sus pedidos, todo ello producto del deterioro del poder adquisitivo, señalando que es un secreto a voces que el ingreso no alcanza para adquirir lo mínimo necesario para la subsistencia.
Destaca que la inflación “nos está comiendo”, afirmando que ello es producto de la emisión de dinero inorgánico, frente a un aparato productivo que no está en capacidad de atender la demanda, señalando que la masa monetaria creció en una semana 8,8 %, lo que está llevando al dólar en el mercado paralelo a niveles irracionales, sin que se estén tomando las medidas orientadas a revertir esta situación, que afecta a todos los venezolanos.
Advierte que en medio de estos dramáticos escenarios, es imposible que la industria nacional pueda crecer, ya que la economía está gravemente enferma y es incapaz de generar prosperidad para los venezolanos.
Recordó que en estos momentos las industrias nacionales están trabajando a un 34 % de su capacidad instalada, ya que no tienen materias primas e insumos, tampoco divisas para importarlas, afirmando asimismo que durante el proceso revolucionario se ha destruido gran parte del parque industria, ya que de 12.700 empresas que existían, en estos momentos solamente unas 3.000 están operando y algunas de ellas están en manos del Estado y no funcionan, porque se ha demostrado que el Gobierno es muy mal gerente.
Aseguró Unión Radio, que mientras el Banco Central de Venezuela no tenga autonomía, y continúe actuando como la “caja chica” del gobierno, emitiendo dinero inorgánico para financiar el creciente déficit fiscal, continuará creciendo la inflación y la pobreza en el país.