Crece cada día más el número de consumidores venezolanos, que se siente indefenso ante el alza irracional de los precios de los productos de consumo masivo, ante la actuación ineficiente y la mirada indiferente de la Superintendencia de Protección al Consumidor (Sundde) desaparecida en los últimos meses, sus fiscales parecen haberse “evaporado”.
Anteriormente aparecían casi a diario, fiscalizando las panaderías, las jugueterías, ventas de calzados, carnicerías, abastos y supermercados, aplican do multas y sanciones por remarcajes y alteración de precios, por acaparamiento, usura y ventas condicionadas y con sobreprecios, pero todo eso ha quedado atrás, convirtiéndose en un ente permisivo ante la justificación de los comerciantes de no estar recibiendo divisas preferenciales para importar los bienes, sino que deben adquirirlos en el mercado paralelo, ante el fracaso del Dicom, donde un dólar ya está por encima de los 38.000 bolívares.
Recientemente circuló una nota donde anunciaban que fiscalizarías el alza en los precios de la carne y el pollo, pero no son solo estos rubros los que se han incrementado, ya un kilo de carne tiene un valor de 70.000 bolívares y estiman que en diciembre costará 100 mil; mientras que el kilo de milanesa de pollo se vente entre 60 mil y 70.000 bolívares y el kilo de muslo 58.000 bolívares; mientras que el cartón de huevos va rumbo a los 60.000 bolívares; el kilo de azúcar se acerca a los 30.000 bolívares, el kilo de harina de harina de trigo ya cuesta 25,000 bolívares.
Mientras que los precios de todos los productos de charcutería y los lácteos, se han sido incrementados en forma irracional, incluyendo los productos nacionales, el jamón de pierna cuesta 70.000 Bs/kg; mortadela artesanal cuesta 50.000 Bs/kg; la crema de leche cuesta 20.000 el medio kilo; el queso duro va rumbo a los 60 Bs/kg y la leche de larga duración ya superó los 7.000 el litro.
Los mismos trabajadores de las grandes cadenas de supermercados, aseguran que ajustan los precios casi a diario, y no se trata de aumentos de 15% o 20%, sino que oscilan entre el 60$ y el 100%, tal como lo pueden verificar quienes acuden todas las quincenas al mercado.
En estos momentos muchos comercios están abastecidos con productos de primera necesidad, pero todos tienen precios tan elevados que la mayoría de los venezolanos, no tienen el poder adquisitivo para adquirirlos, por eso es que cada día es mayor el número de personas de pocos recursos, hurgando en la “basura” buscando que comer, el 82% de las familias venezolanas están en condición de pobreza; el costo de la canasta básica en septiembre, según el Cendas pisa los millones de bolívares y la canasta alimentaria, supera los 2 millones 680 mil bolívares, lo que evidencia que los escenarios para la familia venezolana, son cada día más inquietantes.
