Tenía aproximadamente cuatro meses residenciado en una casa de La Morenera, municipio Palavecino del estado Lara, y solo algunos de sus vecinos se imaginaban el prontuario delictivo que arrastraba; sin embargo, se enteraron la mañana de este viernes, cuando funcionarios del Eje de Vehículos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) fueron tras él y lo abatieron.
Lo ocurrido en dicha urbanización, específicamente en la avenida Los Mangos con carrera 3, fue descrito por los habitantes como una escena de película. Muchos estaban conmocionados, aunque por ahí suelen verse hechos similares.
“Se escucharon cuatro tiros seguidos y después tres distanciados. También alcancé a oír que gritaban: ‘caído, caído’. Y después salió una camioneta de la ‘ptj’ volando, con un funcionario que se agarraba la barriga”, relató a EL IMPULSO un testigo presencial de lo ocurrido.
Como El Pinky era conocido el delincuente ahora occiso. Según fuentes vinculadas a las averiguaciones, el hoy difunto era uno de los ladrones de carros más peligrosos de la región llanera: Barinas, Cojedes, Portuguesa. Desde hace algunos meses hacía lo suyo en Palavecino.
Su nombre era Yoan José Petit Cordero, tenía 26 años de edad y llegó a ser el segundo al mando en el Centro Penitenciario de los Llanos (Cepella).
También es señalado como uno de los sujetos que, a bordo de una motocicleta, arrojaron dos granadas al patio de la comisaría de Los Próceres en Guanare, estado Portuguesa. La explosión de los artefactos, el 8 de julio de 2016, causó la muerte del funcionario Elvis José Medina Santiago e hirió a 25 oficiales de Poliportuguesa.
Fue capturado en el 2009 por dos poliportuguesa que lo sorprendieron robando –con un revólver- y fue liberado gracias a una medida cautelar sustitutiva de libertad otorgada por el Tribunal de Primera Instancia en lo Penal en Funciones de Juicio N° 03, de este Circuito Judicial Penal, con sede en Guanare.
Asimismo, el 30 de Julio de 2013, fue sentenciado a pagar 15 años de cárcel por homicidio intencional calificado con premeditación y alevosía en grado de perpetrador. La sentencia la dictó el Tribunal de Primera Instancia en lo Penal en Funciones de Juicio N° 03, de este Circuito Judicial Penal, con sede en Guanare, tras el asesinato de Rodolfo León Márquez.
Fue entonces que estuvo recluido en Cepella. No obstante, se desconoce cómo recobró la libertad.
Salió la orden e iban a capturarlo
Los sabuesos de la base San Juan venían haciéndole seguimiento por distintos casos hasta que, desde los tribunales larenses, libraron la orden de captura por el delito de robo de vehículo.
Eran aproximadamente las 9:00 a.m. cuando las patrullas se metieron a la urbanización y llegaron a una casa con rejas de color blanco y fachada azul clara.
Ahí supuestamente fueron recibidos a tiros. El Pinky habría usado un revólver –cal 38- para intentar escapar. Sin embargo, los cicpc lo hirieron en el pecho y en el esternón (ambos tiros salieron por la región escapular) para después llevarlo al ambulatorio de Cabudare, donde ingresó sin vida.
En la vivienda los funcionarios habrían encontrado un Fiat 1, color rojo o vinotinto, que supuestamente era de Yoan José. También había repuestos de carros, dos motocicletas y chalecos de mototaxistas. Del sitio se llevaron detenida a una mujer, quien supuestamente era la pareja del criminal hoy occiso.
Colaboraba con sus vecinos
Fueron contados quienes sabían el nombre de El Pinky por la zona. Aunque no lo vieron como una persona “dañada”, sí aseguraron que se la pasaba con chamos “extraños”.
Incluso algunos comentaron que siempre fue colaborador. Al ver que alguien necesitaba trasladarse a algún sitio y no tenía cómo, él ponía su moto a la orden para hacer la carrera de manera gratuita. También relataron que participó en algunas de las protestas antigubernamentales en el mes de junio. Incluso hubo un ciudadano que había hecho negocios con él por una moto.
A su vez, se conoció en la voz de un vecino que El Pinky estuvo viviendo junto a un funcionario del Cicpc todo ese tiempo. La casa en la que residía estaba alquilada en su totalidad y la compartían cuatro residentes. Él estaba en el segundo anexo.
Zona crítica predilecta para el robo
La Morenera es zona roja, según se quejaron los vecinos del sector.
El robo de vehículos es lo que más sufren en la comunidad, aunque, según dijeron, la semana pasada se formó una balacera por un intento de secuestro.
“Roban carro y roban gente todo el tiempo. Estamos tratando de cerrar el urbanismo para resguardarnos un poco”.
Informaron que hace unos años llegaron a tener un índice de 78 delitos por mes y esto ameritó la instalación de un módulo de la GNB en la zona. Aunque este ya fue abandonado.
Por ende, pidieron a las autoridades patrullaje para La Morenera y sus adyacencias.