La Cancillería rechazó hoy la declaración en que el Gobierno de Estados Unidos pidió la creación de un Consejo Nacional Electoral (CNE) “independiente” y tildó de “antidemocrático” que se obligue a los gobernadores electos de oposición a subordinarse a la Asamblea Nacional Constituyente.
“La República Bolivariana de Venezuela rechaza, además, las pretensiones del régimen supremacista estadounidense de elevarse por encima de la Constitución Nacional y de la voluntad soberana del pueblo venezolano, al desconocer sus instituciones legítimas”, dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
La Cancillería defendió ante el “imperio estadounidense” la legitimidad del CNE, así como la limpieza de un proceso electoral que calificó de “exitoso” y que transcurrió, según Caracas, “en un ambiente de paz y civismo” y “de manera libre y justa”.
El Ministerio de Exteriores insistió también en la legalidad de la Asamblea Nacional Constituyente, un suprapoder instaurado por el oficialismo en agosto que no reconocen ni la oposición ni buena parte de la comunidad internacional.