Los panameños necesitarán visa para ingresar a Venezuela tras la decisión del gobierno del presidente Nicolás Maduro de restituir ese requerimiento invocando el principio de reciprocidad luego que Panamá excluyera a este país sudamericano de la lista de países beneficiarios con la supresión de ese permiso de visita.
«Se excluye a la República de Panamá del listado de países beneficiados con la supresión de Visas de No Migrantes (Turistas) en Pasaportes Ordinarios», indicó la resolución publicada el jueves en la Gaceta Oficial.
La resolución, firmada por el canciller venezolano Jorge Arreaza, destacó que los acuerdos de exención de visas implican el principio de reciprocidad, que implica que un Estado concede a otro un trato semejante al recibido.
La medida se adoptó casi tres meses después que el gobierno del presidente panameño Juan Carlos Varela anunciara que a partir del 1 de octubre se exigirá visa estampada de ingreso a los venezolanos debido a la crisis política que agobia este país y por razones de seguridad.
Varela dijo en agosto que adoptó la medida «ante la ruptura del orden democrático en Venezuela», que según el mandatario pone en riesgo la seguridad, la economía y las fuentes de empleos de Panamá como consecuencia del masivo flujo migratorio de venezolanos a ese país centroamericano.
Varela anunció entonces que por razones humanitarias regularizaría el estatus migratorio de unos 25.000 venezolanos que han sido censados en los últimos meses.
Decenas de miles de venezolanos han salido de su país en los últimos años escapando a la crisis política y económica de su país, que ha registrado una galopante inflación, la escasez de y medicinas. La crisis se agudizó tras las protestas antigubernamentales que entre abril y julio dejaron al menos 120 muertos.
El mandatario panameño ha acrecentado en meses recientes sus críticas contra la administración de Maduro, al tiempo que ha promovido algunas otras acciones ante el ingreso de inmigrantes, muchos de ellos procedentes de Colombia y Venezuela. En mayo, recortó de 180 a 90 días el periodo de estadía para los turistas de esas nacionalidades con el fin de evitar que permanecieran más de ese lapso y acabaran trabajando ilegalmente en Panamá.