Cuando actores de la Mesa de la Unidad Democrática decidieron desviar la ruta del plebiscito, la organización Vente Venezuela exhortó a los representantes de la coalición opositora a mantener la ruta y a no tomar la agenda que había marcado el régimen mediante la convocatoria a regionales.
A juicio de José Antonio Vega, coordinador político de Vente Venezuela, esa agenda solo buscaba legitimar al Consejo Nacional Electoral y a la Asamblea Nacional Constituyente, además de darle tiempo al régimen, desmovilizar y desmoralizar a los ciudadanos.
“Si el 20 de junio, a través de la Asamblea Nacional, nos declaramos en 350, no tenía sentido ir a un proceso electoral. El 350 implica desconocer a toda autoridad opuesta a los principios establecidos en la Constitución de la República. La ilegitimidad se reafirmó con el fraude del 30 de julio y el invento de ocho millones de votos”.
Agrega que más de 50 países y hasta la propia Smartmatic sostuvieron que la elección de la ANC fue un proceso fraudulento, sin embargo, la oposición decidió inscribir candidatos bajo la premisa “inscribir candidatos no es participar”. Igualmente, la coalición mantuvo que participaría siempre y cuando hubiese condiciones para hacerlo.
“Hoy se quiere achacar la culpa a la abstención, pero es que aquí no hubo elecciones sino un esperpento. El domingo se consumó un fraude anunciado. No era necesario exponerse a un violador para demostrar su carácter de violador”.
Le compete a los liderazgos políticos revisar por qué los ciudadanos no atendieron el llamado.
Se originó una fractura entre votantes y abstencionistas, entre ciudadanos que durante cuatro meses se unieron y pusieron contra las cuerdas al régimen, sostiene.
Vega puntualiza que no se puede volver a ir a u proceso electoral mientras el régimen controle al CNE. “Nuestra vocación es electoral y democrática pero en elecciones libres, justas, transparentes, directas, universales y secretas”.
Analiza el coordinador de VV que la Asamblea Nacional tiene una mora de 20 meses con los venezolanos. Tuvo el poder para cambiar al CNE y al TSJ, además que el 16 de julio el pueblo le ordenó la conformación de un gobierno de unión nacional para restituir el orden constitucional.
En el estado Lara, dijo, el dolor es doble. El candidato de la Unidad abandonó a los electores que lo respaldaron en las urnas pese a no compartir los mismo ideales.
-Luego que ese candidato les pidió el voto y que resguardaran los centros de votación los abandonó al reconocer el triunfo de su adversaria, lo cual es un hecho imperdonable. Le lavó la cara al régimen al reconocer que no hubo fraude. Abandonó a los electores y a sus compañeros de coalición.
Considera que cada día que pasa la unidad se debilita y el régimen se fortalece lo que se traducirá en más presos, perseguidos e inhabilitados.
Cree que es hora de reconstruir la unidad con base en una estrategia que implique ponerle punto final a la dictadura.