Para recordar: “Mas este linaje de demonios no sale sino con oración y ayuno” (Mateo 17:21)
Este artículo lo pensamos previo a las esperadas pero atrasadas elecciones del 15 de octubre. Y antes de saber los resultados encontramos que el presidente Maduro, estando en Yaracuy el 1° de octubre, había dicho lo siguiente: “Madre María Lionza, te pido tus bendiciones para una gran victoria del 15 de octubre”. (contrapunto.com…162254/).
La petición presidencial estuvo acompañada por miembros de su gabinete y numerosos seguidores; algo que había realizado el anterior presidente Hugo Chávez. Vale la pena preguntarnos: ¿Quiénes nos están gobernando? ¿Por qué a nuestro país le está yendo tan mal? Con esta mezcla entre Dios y el diablo ¿cómo se pueden entender los actores políticos y hasta los religiosos? Haciendo estas peticiones en Sorte, a Maria Lionza, ¿puede el Dios del cielo y la tierra, bendecir a nuestro país? ¿Qué cree de esto toda Venezuela? ¡No es con votos, sólo con oración y ayuno!
Los discípulos no tuvieron poder para sacarle el demonio a un niño y le llamaban “lunático”. Y por ello Jesús, el Hijo de Dios, les señaló: “Mas este linaje de demonios no sale sino con oración y ayuno” (texto inicial). El diablo no es un invento del folklore universal. Los demonios de Sorte y de la tierra existen; los dirige Satanás, el engañador, el príncipe de este mundo, la serpiente antigua, que “sabe que le queda poco tiempo”. (Apocalipsis 12:12); a él y a este tambaleante e incrédulo planeta (ver: Génesis 3; Apocalipsis 12; Apocalipsis 20: 2,3; Mateo 4:8,9; Juan 12: 31,40, entre otros).
Jesús tuvo una vida de oración y lo podemos hacer todos, para platicar con Dios como un amigo y no con el diablo. Es conversar de nuestros problemas, de las dificultades de nuestro país, de las cosas que queremos que se cambien. Una de las más notables oraciones del Salvador está registrada en Juan 17; y entre otras, cuando Cristo le habló a su Padre antes de morir en la cruz por la humanidad.
El ayuno es dejar de ingerir alimento por un tiempo. El más recomendable puede ser de unas 24 horas; si fuese más largo, debemos ser cuidadosos para no comprometer algunos órganos internos. Principalmente, ayunamos para mejorar nuestra espiritualidad con Dios, tal cual lo hizo Cristo, registrado en Mateo 4. Pero, Dios no quiere que hagamos sacrificios sin sentido; a cambio, deberíamos ayudar al prójimo (Isaías 58: 5-7).
Jesús curó a un hombre ciego y mudo, causado por los demonios. Y los Fariseos, dijeron que estaba sanando por Beelzebú, pero Cristo les aclaró y dijo: “Si Satanás echa fuera a Satanás, su reino está divido”. Y si un endemoniado es sanado y no busca aspectos de Dios, o espirituales, los demonios vuelven y se le meten hasta siete o más (ver Mateo 12: 22, en adelante).
El apóstol Pablo nos advirtió: “Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales” (Efesios 6: 12).
Entonces, la Venezuela que no acepta el espiritismo salvaje,social o religioso,si quiere que Dios escuche sus oraciones, junto a sus ayunos, debería Creer: 1)Que Dios existe. 2) Que Cristo, es el único Salvador. 3) En la existencia del diablo y sus demonios. 4) Profesar y guardar su Palabra. 5) Confiaren Dios, aunque la fe sea del tamaño de un “grano de mostaza”.
Eduardo Iván González González
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