Ver personas sentadas sobre una acera junto a sacos de polipropileno llenos de maíz, no resulta un fenómeno extraño para el barquisimetano últimamente. Lo que sí ha llamado la atención del ciudadano de a pie, es ver cómo cada vez más proliferan y se establecen estos comerciantes informales en sitios inusuales, sin ningún tipo de control –sanitario, fiscal o de otro tipo- .
Ejemplo de ello resulta lo ocurrido a diario en la avenida Venezuela, entre calles 36 y 37 de Barquisimeto, donde comenzaron tres o cuatro buhoneros y ahora comercializan decenas de personas.
En las últimas semanas, según confesaron, se han situado en dicha cuadra más vendedores de lo normal, quienes buscan aprovechar la zafra de maíz que culmina entre finales de este mes e inicios del próximo.
Robert Ferrer, un mercader de este rubro, confesó que llega a subastar hasta 80 kilogramos de maíz (con concha o pilado) diariamente. Cuando no, hace lo propio cada dos días.
“Donde yo vivo también hay varios compañeros que venden aquí y les va bien. Nosotros compramos en Turén, en Chivacoa y otros sitios. Justamente ahorita estamos en temporada”, declaró.
Tanto para el vendedor como para el consumidor es negocio. Unos obtienen ganancias sin pagar impuestos y sin fiscalización, mientras otros tienen una opción accesible económicamente a la escasez de harina de maíz precocida y los altos costos.
Sin embargo, unos se enfrentan a la ley y a la extorsión de los cuerpos de seguridad; mientras que otros asumen el riesgo de insalubridad por lo que adquieren.
“Primero sufrimos en las alcabalas, donde nos dicen que el maíz es prohibido pasarlo y es contra la ley. También nos llegan aquí quitando un kilo de maíz o plata. La Guardia o los policías nos piden 5 mil bolívares o maíz porque ellos quieren”, se quejó Yeison Colina, otro vendedor de maíz.
El kilogramo (Kg) de maíz con concha está entre 2 mil y 2.500 bolívares, mientras el Kg de pilado se encuentra entre 3 mil y 3.500 bolívares.
“Con concha lleva mucho trabajo y por eso hay algunas personas que lo prefiere el pilado. Aunque la mayoría de la gente lo compra con concha por el precio”. Se ve este tipo de comerciantes también en la avenida Vargas, avenida 20 y otras arterias viales de la ciudad.
Se intentó contactar al director de la División de Mercados y Abastecimiento de la Alcaldía de Iribarren, Alirio Silva, para hablar sobre la problemática. No obstante, no fue posible hacerlo presencial o telefónicamente.