El director sectorial de la Salud en Lara, Ruy Medina, confirmó los tres decesos en el servicio de Ginecobstetricia del Hcuamp y afirmó que en dicho centro de salud nadie es obligado a parir.
Explicó que dos de las parturientas que murieron en el Antonio María Pineda llegaron referidas y con complicaciones. Una de Acarigua, estado Portuguesa, y otra del Hospital del Seguro Social Pastor Oropeza Riera de la capital larense.
“La de Acarigua llegó con una eclampsia severa. De allá nos mandan casos graves que no pueden manejar.
De la paciente del Pastor Oropeza tengo entendido que le dio un síndrome de Hellp, que es un cuadro que da insuficiencia hepática severa con un cuadro hemorrágico que es muy difícil de controlar”, manifestó a EL IMPULSO el responsable del sector salud -pública- en la región.
Sobre maltratos señalados por la familia de Katherine Paola Jiménez Alvarado, una de las tres parturientas fallecidas en el principal centro asistencial de la región, Medina dijo que posiblemente la joven murió por un tromboembolismo pulmonar; una embolia de líquido amniótico.
“Ella parió normal, se trasladó a su camilla y a eso de la media hora empezó a presentar fatiga para respirar. Ninguno de nuestros obstetras está loco para poner a parir a una paciente que no tiene la pelvis adecuada para ello. Eso es como si tú quisieras meter un balón de fútbol en una botella de refresco.
El hecho es que un médico equis pudo haberle dicho que ella era de cesárea y resulta que nosotros vemos que la paciente tiene un feto pequeño y una pelvis para que el bebé pase por ahí, ¿por qué le vamos a hacer cesárea?”, sostuvo Medina. A su vez, negó que en el servicio se fuercen los partos.
“Si ella no hubiera podido parir y nosotros la hubiésemos obligado, todavía el bebé estuviese en el útero”, sentenció.
Asimismo, dijo que a lo largo del año han registrado alrededor de una muerte de parturienta al mes, con la excepción de enero y septiembre.
