El Siglo V Antes de Cristo fue llamado el Siglo de Pericles porque este militar de gran inteligencia estratégica puso su espada al servicio de la inteligencia, la democracia, la igualdad, la tolerancia y el desarrollo del conocimiento artístico y científico de su época.
Durante su mandato como Gobernador de Atenas ,Grecia se convirtió en faro de sabiduría que irradiaba luces de progreso para todo el Mediterráneo ,sembrando además raíces de prosperidad para la evolución política de Europa y por ende, al transcurrir de la Historia, para todo el mundo occidental, donde hasta hace poco estábamos incluidos, con buenos índices dentro de la escala civilizatoria y no como ahora cuando el Presidente Maduro intenta meternos en el foso de los fundamentalismos personalistas junto a Bielorusia,Corea del Norte, Cuba y otros países regidos por el oscurantismo de la autocracia.
Pericles, uno de los genios militares de la Historia, supo entender que era el desarrollo de la inteligencia y no el sometimiento del pueblo a la fuerza de las armas, la vía para alcanzar una sociedad mejor organizada para el logro de su bienestar. Por ello buscô la inteligencia donde estuviera, promoviendo incluso leyes que les permitieran a los ciudadanos excluidos del sistema de representatividad de aquella época, acceder a roles de influencia desde los cuales se insidia sobre el destino común de la ciudad. Si para ello era necesario pagarles lo hacían, todo con el propósito que fueran el talento y la creatividad los motores evolutivos de Atenas y no el filo de las lanzas y espadas de su ejército.
Este tutelaje del conocimiento aplicado a las ciencias, las artes, la filosofía y la administración política, condujo a un auge sin precedentes de la arquitectura, la escultura, el teatro, la filosofía y la gestión de recursos destinados a elevar los niveles de vida del colectivo, según una justicia distributiva donde se recompensaba el esfuerzo, la perseverancia y el carácter emprendedor de las personas.
En la Venezuela de hoy día vemos como nuestros militares hacen precisamente todo lo contrario a lo que hizo Pericles hace más de dos mil quinientos años y que le convirtió de héroe de la guerra en uno de los grandes próceres de la civilización. Nuestros uniformados, quienes son en realidad quienes manejan el Poder, antes que buscar a los compatriotas formados en las diferentes especialidades científicas y técnicas de las funciones públicas, ellos mismos se han designado como expertos en todas las ramas del saber y la gerencia. El ejemplo más risible es que nombraron un General para la producción y distribución de los productos de consumo básico del pueblo venezolano. Así tenemos un General para la caraota, otro para la arepa, y así por cada artículo indispensable para la subsistencia diaria. El resultado fue que de haber poca producción nacional actualmente casi todos estos productos deben traerse de afuera, con licencias de importación que probablemente ellos también controlan.
Pero lo más grave en la conducta de nuestros militares es que han compartido el monopolio de la violencia que está en sus manos como premisa de Estado, con grupos vandálicos que se hacen llamar colectivos. Pruebas de esta aseveración sobran, basta oír testimonios y observar videos de eventos donde efectivos militares y grupos civiles fuertemente armados arremeten contra la integridad física y bienes propios de ciudadanos indefensos. Por Dios, votemos