El sonido aterciopelado y suave del oboe puede salir del instrumento de madera ejecutado por un niño o una niña de cinco años.
Así lo han demostrado los pequeños que están siendo enseñados en el Conservatorio de Música Vicente Emilio Sojo, de Barquisimeto, por el oboísta Werners Arocha y otros profesores musicales, entre los que destaca su alumna Virginia Moreno, de 19 años de edad.
Ellos visitaron la Redacción de EL IMPULSO para hablar de la cátedra de ese instrumento de viento madera, que ahora le da mayor fuerza al orgullo de Barquisimeto de ser la capital musical de Venezuela.
Los métodos utilizados para su enseñanza eran extranjeros y contenían melodías francesas, alemanas y españolas.
Aunque nuestro folklore tiene mucha influencia española, el método que por iniciativa de Arocha se viene utilizando, ha incorporado piezas venezolanas. Aún más: los niños aprenden a tocar Los pollitos, Mariamoñitos y otras canciones infantiles. Y así comienzan a interesarse por ese instrumento, que tradicionalmente ha estado conformando las orquestas.
La inspiración chilena
Arocha manifiesta que el impulso a interpretar el oboe partió de uno de tres profesores chilenos que aventados por la dictadura de Augusto Pinochet llegaron a Carora. Ese maestro fue Hernán Jerez.
Nuestro entrevistado, quien acaba de cumplir 35 años como profesor de oboe, integró la segunda promoción de Jerez.
Y tiene la satisfacción que algunos de sus alumnos ya han sido admitidos en universidades del extranjero. Elías Bello y Jesús Colmenárez se encuentran estudiando con el profesor Diethelm Jonas, en la universidad de Lubeck.
Otros destacados que han egresado de esa cátedra son Víctor Morles, oboe principal de la orquesta Simón Bolívar; Hairin Colina y Daniel Vielma.
De mi generación, dice Arocha, hay que mencionar al caroreño Jaime Martínez, de la Sinfónica de Medellín.
De los alumnos del profesor Jerez hay que mencionar a Miguel Rutiliano, de una familia de músicos de origen italiano. Sus integrantes son los que amenizan los conciertos con motivo de la visita de la Divina Pastora a Barquisimeto.
Jerez se vino a Barquisimeto cuando acá estaba José Antonio Abreu, responsable de todo el Sistema de Orquestas Juveniles.
Innovaciones en la música
En el 2011, durante el Festival Internacional de Oboe, en Caracas, se presentó el ensamble de doble caña Hernán Jerez en honor al profesor ya fallecido entonces. La particularidad de este conjunto fue que se conformó con puros oboes: dos soprano, un oboe amor y un corno inglés.
Si bien hay un instrumento que es no es oboe, como es el fagot, fue incorporado porque es de caña y se dice que el mismo tiene su origen en el oboe porque los constructores quisieron hacer un instrumento parecido que sonara más grave.
Como el oboe es de doble lengüeta, mucho más grande. Y por eso lo utilizamos en el ensamble.
No hay música compuesta para el oboe y nosotros tuvimos que hacerlo tanto de música venezolana como popular, tango y clásica.
Todo esto lo hacemos profesores y alumnos. Y de igual forma las agrupaciones musicales, que mayormente se hacen con instrumentos de otras familias. Generalmente, se utiliza el quinteto clásico: oboe, flauta, clarinete, corno francés y fagot.
Como lo más común es esa conformación, si hay composiciones donde se incluye el oboe, desde el barroco o mucho antes. Sobre todo en el clasicismo, que tuvo su mayor desarrollo con los quintetos y sextetos.
Pero, en ningún momento de la historia de la música se puso en ejecución el tipo de combinación de puros oboes.
Aprendizaje desde temprano
Los niños tienen muchas facilidades para tocar el oboe, afirma Arocha. Mi maestría está basada en la elaboración de un método de oboe para niños de cinco años con melodías venezolanas. Esta es una extraordinaria particularidad.
Es por ello que quiero que se le dé difusión a la enseñanza del oboe desde temprana edad. Mi sobrina fue la primera conejilla de indias, pues comenzó a los cinco años.
Naturalmente, se ha venido utilizando un instrumento especial, porque el oboe es muy pesado. Se utiliza un oboe del barroco, que se hace con madera muy liviana (no de ébano que es el material ideal) y se pinta para que asemeje al verdadero. Tiene algunas llaves para que el niño o la niña se vaya acostumbrando. La idea es que sea como un juego.
A través de EL IMPULSO le hacemos una invitación a los padres para que se interesen en que sus niños, a quienes descubran vocación musical, los inscriban en nuestra cátedra que tiene 38 años. Yo sustituí al profesor Jerez, cuyo ejemplo nos ha permitido que cada día haya más larenses que ejecuten ese instrumento no sólo en el país sino fuera de Venezuela.