Decenas de miles de personas marcharon este jueves a favor de la unidad de España en Barcelona con motivo de la fiesta nacional, en plena crisis catalana, mientras que el desfile oficial en Madrid se vio teñido de luto por el accidente de un avión militar.
Unas 65.000 personas, según la policía municipal, asistieron a la marcha en la capital catalana, lanzando hostiles mensajes a los dirigentes independentistas de la región.
«Queremos reivindicar el otro bando, que se oiga que hay mucha gente en Cataluña que no está a favor de la independencia», aseguró a la AFP Juan Jiménez, trabajador en una fábrica de automóviles de 26 años.
Suspender el autogobierno, algo inédito desde la restauración democrática en España, podría provocar amplias protestas en Cataluña, incluso de fuera del bando independentistas.
Pero la mitad de la sociedad catalana que no desea la independencia tampoco se quedaría de brazos cruzados ante una hipotética secesión: el domingo sacaron cientos de miles a la calle y este jueves volvieron a marchar por Barcelona.
«Cada año por el día nacional solemos salir con la bandera española pero este año incluso más porque tenemos que defender la unidad de España», dijo en la marcha de Barcelona Raquel Martínez, estudiante de 18 años.
Grupos de hinchas de fútbol se enfrentaron luego brevemente en el centro de la ciudad, informó la policía regional catalana, los Mossos d’Esquadra.
Accidente aéreo
Como cada año, ante la atenta mirada del rey Felipe VI y el presidente de gobierno, las fuerzas armadas protagonizaron un multitudinario desfile en el centro de Madrid para conmemorar la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492.
Entre los asistentes y las calles aledañas se observaban muchas más banderas españolas que en años precedentes, así como aplausos a la Policía Nacional que participaba por primera vez en 30 años tras su dura intervención para impedir el referéndum inconstitucional catalán del 1 de octubre.
Las relaciones entre esa región del noreste de España y el poder central pasan por su peor momento desde la recuperación del autogobierno en Cataluña suspendido durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975).
Planteada como una exhaltación de unidad en plena crisis catalana, la fiesta nacional se tiñó de luto cuando uno de los aviones que participaron en el desfile de Madrid se estrelló en la provincia de Albacete, 300 km al sudeste, causando la muerte del piloto.