Gracias a su ubicación geográfica, Venezuela, cuenta con múltiples riquezas naturales: costas con aguas cristalinas, médanos, montañas y sobre todo, la imponente Canaima. Su característica más notable es su particular diseño natural que, vista de lejos, parece tallada a mano…
Cerrar los ojos no es una opción cuando el abanico de íconos representativos, comienza a hacer su propia presentación en el itinerario de viaje. El sureste de nuestro país, está destinado a ser una referencia mundial de sorpresas que impacta con sus peculiaridades ancestrales, el punto de inicio de la vida planetaria y centro de una de las zonas turísticas más impresionantes: El Parque Nacional Canaima. Monumentos ricos en historia con asombrosas cascadas y saltos, una extraordinaria gama de colores y texturas naturales, catapultan a este patrimonio de la humanidad, como una opción turística de primera categoría para los turistas venezolanos y extranjeros. Al contemplarlo es posible viajar al pasado, precisamente a ese momento que la tierra estaba en proceso de formación.
Con alturas comprendidas entre los 1.500 y 3.015 metros sobre el nivel del mar, las altiplanicies llamadas tepuyes, son relictos de la antigua formación geológica, cuyo significado proviene del idioma indígena Pemón, haciendo referencia a «montaña -morada de los dioses» y no sorprende, porque los pobladores creen que allí habita alguna divinidad, por su majestuosidad que parece sobrenatural. Apostadas sobre un extenso basamento granítico, formado por el Escudo de Guayana, han sido depositadas innumerables capas de areniscas con kilómetros de espesor, que se desmenuzan y tienden a quebrarse en bloques con ángulos rectos, de allí, la forma casi geométrica que presenta la mayoría.
Estas formaciones son las más antiguas del planeta, originarias de la era precámbrica, conformadas por un basamento rocoso de 3.600 millones de años de antigüedad, con sedimentos de cuarcitas muy resistentes a la erosión; también en ellas, se formaron extrañas estructuras laberínticas y amplios huecos en la que suelen asentarse grandes cantidades de agua y desarrollarse una particular vegetación, razón principal de porqué muchos de ellos permanecen cubiertos por densas nubes. Canaima, es un lugar tan místico que todo venezolano debería visitar y descubrir, las espectaculares formaciones que aún siguen en pie por obra de la naturaleza…
Auyantepuy
Es la meseta más grande, cuenta con una altitud que ronda los 2.500 metros sobre el nivel mar y aproximadamente 700 kilómetros cuadrados de superficie, es decir, para ponerlo en perspectiva, la ciudad de Maracaibo tiene una superficie de 557 km2 y Caracas 433 km2; el Auyantepuy podría alojar cómodamente en su superficie… ¡una ciudad entera! No sólo es imponente por sus dimensiones, sino también, por sus diversos atractivos naturales: tiene El Salto Ángel, la catarata ininterrumpida más alta del mundo, quince veces mayor que las Cataratas del Niágara, con una caída de casi 1.000 metros; posee además uno de los cañones más impactantes conocido como «el cañón del diablo», alberga en su interior una de las cuevas más extensas y según científicos la más antigua del planeta, llamada ImawaríYeutá, afirmando que aquí definitivamente se produjo ‘el origen del mundo’. Otros sitios de interés turístico en el Auyantepuy son: El Dinosaurio de piedra, valle de las mil columnas e infinidades de leyendas, donde los indígenas pemones afirman que esta es la “montaña del infierno” y en la cumbre, se localiza el hogar de los espíritus malignos y del ser supremo del mal.
Monte Roraima…
Considerado por los locales como una divinidad, es el tepuy más alto del Parque Nacional, con una altura de 2.800 msnm, tiene una extensión de 15 km de largo y su superficie es de 200 km² de extensión; sus paredes son completamente verticales. Los primeros exploradores, encontraron que los locales se referían a esta montaña como “La madre de todas las aguas”, nombre muy apropiado, debido a que desde su cima caen numerosos acantilados que son fuente de algunos ríos como el Orinoco, Esequibo y Amazonas.
Entre los puntos de interés se hallan el Valle de los cristales que esun depósito de formaciones de cuarzo, la zona de las piscinas naturales, los miradores de La Ventana y El Abismo, los Laberintos del Norte, la Proa, el Lago Gladys y el Punto Triple, este último, es el lugar donde coincide la frontera entre Brasil, Venezuela y Guayana. De gran atractivo también son las formaciones rocosas erosionadas por el viento, que dieron lugar a interpretaciones de figuras, como la tortuga voladora, el sombrero mexicano, el elefante y el mono comiendo helado.
Biodiversidad…
Estas mesetas albergan una riqueza florística incalculable, 3.000 especies de plantas silvestres se consiguen en las cumbres de los tepuyes, en ellos habitan especies únicas en el mundo. La poca presencia de nutrientes en sus suelos y la gran altura, han dado origen a una considerable variedad de plantas cautivadoras incluso, especies carnívoras. Distintos cursos de agua atraviesan las extensiones rocosas y desembocan en los precipicios, formando cataratas inmensas que caen abruptamente desde las alturas. Sólo algunos tepuyes, entre los cuales se encuentra el Roraima y el Auyantepuy, pueden ser ascendidos sin equipo de escalar, gracias a una rampa que va pegada a la pared vertical. Definitivamente un lugar impresionante, donde cada espacio tiene historia y está impregnado de millones de aventuras.
Es el segundo sistema montañoso más alto de América del Sur, después de la Cordillera de los Andes.
