La limitación visual permite a quien la padece mirar con claridad más allá de los objetivos, y ver en todas sus dimensiones las oportunidades que la vida le ofrece.
Estos seres forman parte de la cotidianidad de la ciudad y lo hacen de una manera tan normal que se confunden con quienes poseen este órgano de los sentidos.
Nadie los detiene en su andar por las aceras de Barquisimeto y al cruce de transitadas calles. Lo hacen a la perfección. Lo ven todo con el resto de los sentidos.
Con esta actitud dan ejemplo al mundo de que no existe impedimento alguno cuando la voluntad se impone y las capacidades se manifiestan para lo grande.
Motor con gran visión
No todo está perdido para las personas con discapacidad visual quienes encuentran apoyo, amor y solidaridad en una institución que les tiende su mano amiga en todo momento.
En Barquisimeto cuentan con la calidad humana de gente que con la misma discapacidad visual trabajan unidos en la Asociación Regional de Ciegos del Estado Lara (Arcel).
Esta organización la preside Marcial Rossell, acompañado por Roberto Di Benedetto, adjunto a la presidencia, ambos con esta discapacidad.
Actualmente está conformada por ciento veinte miembros, noventa de ellos activos, diez en calidad de pasivos por encontrarse en camas, ya que además de la ceguera que padecen poseen otras limitaciones de salud y veinte miembros colaboradores.
Gracias al extraordinario trabajo realizado por la directiva y a la participación activa de sus miembros, esta asociación fue incluida en el grupo de propietarios de los centros comerciales que abrió la alcaldía de Iribarren en el 2005, dejando de ser 38 personas comerciantes informales.
Desde el 2008 se comenzó a gestionar el otorgamiento de pensiones del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales para los asociados, siendo treinta de ellos quienes disfrutan de este beneficio.
Igualmente, la calidad del trabajo de los cultores invidentes ha dado como resultado la aprobación de ayudas menores que obtienen por parte de la gobernación de Lara, con las cuales se soportan para continuar desarrollando sus obras que ponen a disposición al mundo del arte en Venezuela y otras latitudes.
Un proyecto que beneficia
En el 2008 se realizó el proyecto Conviviendo con la Discapacidad, impulsado por los licenciados Pedro Albahaca, Roberto Di Benedetto y Nubia Martínez el cual persigue beneficios educativos, culturales, económicos y sociales para las personas con discapacidad, especialmente para las personas ciegas y de baja visión, que ha sido visto por organismos regionales y nacionales.
Sin embargo, aún no le han dado cabida.
Cualidades artísticas
La imposibilidad de ver no restringe el talento artístico y el estado de ánimo de estas personas, que siempre se destacan en el arte.
Ellos pertenecen a la Arcel.
Basta deleitarse escuchando las sublimes notas en los dedos del propio presidente de Arcel, Marcial Roseell, cuando le pone melodía al piano, al que no ve, pero lo explora muy bien para extraerle acordes.
Él es pianista y profesor de música para todo público, tanto vidente como invidente.
Igualmente, destaca con voz de corista y profesión docente, los miembros de dicha asociación, María Virginia Sánchez, facilitadora de la Misión Ribas en el área de braile y la también docente en la enseñanza de braile, María Jiménez.
Los licenciados Pedro Albahaca y Alfredo Escalona, y la técnico superior universitario Nubia Martínez, a pesar de sus limitaciones visuales se especializaron en el área de tecnología, la cual ponen al servicio de quienes integran la institución.
Zoraida Pacheco y Orlando Santeliz, son músicos-compositores de canciones y versos, y ejecutantes de instrumentos de cuerda y percusión.
Por su parte, Roberto Di Benedetto dicta la especialidad referida a orientación y movilidad, (desenvolvimiento de la vida cotidiana de invidente).
La importancia de tener una buena actitud hacia la vida, sin detenerse a pensar en sus limitaciones de la vista, hace de estas personas seres humanos adaptados a una sociedad en la que se abren pasos agigantados, evitando convertirse en un peso para el Estado, sus familiares y su entorno.
Luchan por una sede
Actualmente, la Asociación Regional de Ciegos del Estado Lara, fundada el 12 de marzo de 1980, no posee sede propia.
Funcionan en una especie de cubículo demasiado pequeño en el que no pueden ofrecer a sus miembros todas las atenciones y servicios que poseen.
En la reducida estructura es imposible dictar cursos, disponer de un área de recreación y desarrollar una serie de actividades dirigidas a la preparación y formación de sus integrantes.
Este requerimiento ha sido del conocimiento de la gobernación del estado Lara, cuyas autoridades aseguran que le compete a la alcaldía de Iribarren dotar de una estructura a esta asociación.
También le han informado que por el Ministerio del Poder Popular de Interior, Justicia y Paz pudieran conseguir un inmueble de los que este ente confisca a personas involucradas en el delito de droga.
Otra diligencia hecha por la directiva de Arcel ha sido acudir a la Defensoría del Pueblo para exponer el caso de la carencia de sede, en el entendido que esta dependencia del ejecutivo nacional, tendría la posibilidad de gestionar los inmuebles en poder de l Fondo de Protección Social de los Depósitos Bancarios (Fogade).
Se suman a la institución
La Asociación Regional de Ciegos del Estado Lara (Arcel), realiza tres asambleas por año, en la que discuten y plantean lineamientos estratégicos de funcionamiento para su permanencia y crecimiento.
En promedio, se integran cada año de tres a cuatro personas con discapacidad visual, con edades comprendidas entre 20 y 50 años.
Lo hacen en su mayoría por cuenta propia, en busca de ayuda y orientación.
Los requisitos para incorporarse a Arcel no son complicados. Debe llevarse un informe médico que conste que son personas con capacidad visual, una carta dirigida a la junta directiva de la asociación y una copia de la cédula de identidad.