“Henri Falcón sólo vino cuando era alcalde y se iba a lanzar a gobernador”, aseguraron los representantes de la Escuela Estatal Andrés Eloy Blanco, ubicada en El Trompillo.
En lo que va de año, la misma ha sido víctima del hampa en cinco oportunidades. El último caso se suscitó en el período vacacional, cuando los dueños de lo ajeno aprovecharon la ausencia del personal para robarse el cableado de la institución, dejando a la misma sin luz, condición que aún mantienen.
A pesar de tan importante dificultad, se comenzaron las actividades en el plantel que acoge a 490 niños, sin embargo, un aproximado de 80 alumnos no han podido iniciar las clases debido a que sus aulas son algunas de las más afectadas y la oscuridad es tanta que se le imposibilita realizar cualquier labor en la misma.
“Así pretenden que sean recibidos los niños”, expuso Nayleth Mujica, representante de la escuela. La misma denunció que a pesar de haber realizado diversos oficios y haber entregado los mismos en los organismos correspondientes, no se ha tenido respuesta.
Expresó que las inspecciones han sobrado, pero ninguna ha tenido resultado, puesto que siguen sin electricidad y con otros tantos padecimientos.
Hace 12 días decidieron protestar en la vía principal, lo que llamó la atención de la alcaldesa sustituta, Teresa Linárez, quien pasaba por el lugar. La misma acudió al plantel y observó sus condiciones, en el momento incluso llamó a la directora de la Zona Educativa, Mirna Vies, para comentarle la problemática, si bien Linárez se comprometió en dar respuesta en los días siguientes, aún se mantienen a la espera de que realmente se aporte una solución, a pesar de que la institución no corresponda al Ministerio de Educación, sino a la Gobernación del estado Lara.
Más allá de la luz
La directora de la escuela, Lorena Crowther, expuso además que las condiciones actuales no son las ideales, puesto que incluso la cocina está en riesgo debido a que el regulador de la misma fue hurtado.
“En cualquier día eso explota porque tiene una fuga de gas”, denunció una representante. A pesar de los riesgos, ningún organismo ha prestado la atención requerida.
Crowther indicó que corresponde a Infralara brindar el servicio, no sólo referente al cableado, también al techo de las aulas, debido a que muchos están deteriorados, generando que los espacios se inunden cuando llueve.
“Las condiciones son las mínimas. No contamos con papelería siquiera”, aseguró la directora. Son los representantes quienes se han hecho cargo de las reparaciones que se han hecho, no obstante son tantas que ahora se hace imposible a los padres costear dichos gastos.
La escuela además es un centro de votación, por lo que el domingo 15 estará abierta a los electores; lo que ven como insólito por el hecho de hacer lo necesario para este tipo de eventos, pero no para que los niños puedan tener las condiciones adecuadas para educarse.
Dudan además que el gobernador se haga cargo de la institución próximamente, puesto que ni siquiera durante la campaña se encargó de ofrecer alguna ayuda al plantel que presta sus servicios al humilde sector.