La crisis económica venezolana se intensificará sustancialmente este año, con una caída de su Producto Interno Bruto (PIB) de 14% y una inflación que podría escalar a 1.400%, según estimaciones de la firma Ecoanalítica.
«La inflación acumulada desde septiembre de 2016 está en 1.083%. Con un nivel promedio de 35% de inflación al mes, vamos a cerrar con un récord de 1.400%. Es un escenario hiperinflacionario», dijo a periodistas el economista Asdrúbal Oliveros en el foro ¿A dónde va Venezuela? Perspectivas 2018, organizado por Ecoanalítica.
Oliveros, director de esa consultora, además estima que a finales de 2017 la caída del PIB estará entre 12% y 14%, debido a la crisis política que atraviesa el país y a la contracción de importaciones.
La economía venezolana se contrajo entre 36% y 40% en el último cuatrienio, según consultoras.
«Hay una caída del poder adquisitivo de 50%, cifra inédita. Las familias destinan más de 80% de sus ingresos para comprar alimentos, una clara señal de empobrecimiento (…). Los mejores signos de la hiperinflación son la escasez de efectivo y el alza del dólar negro», explicó el economista.
El gobierno monopoliza las divisas desde 2003, por lo que parte de la economía se rige por el precio del mercado negro, donde un dólar cuesta unos 27.000 bolívares, ocho veces más que la tasa oficial más alta.
Oliveros también advirtió sobre el riesgo de que Venezuela entre en «default técnico» en el pago de su deuda de octubre y noviembre, de unos 4.000 millones de dólares.
«Venezuela ha hecho importantes sacrificios para pagar la deuda, recortando el nivel de importaciones (…). Sin embargo, el peligro que vemos es el default técnico: que el gobierno tenga dificultades para mover el dinero», indicó.
El economista recordó que la deuda del gobierno de Nicolás Maduro y de la petrolera estatal PDVSA para octubre y noviembre no tiene periodo de gracia, por lo que cualquier demora en el pago representaría el «default técnico».