Se acercan las elecciones regionales en medio de grandes incertidumbres en el espíritu de los venezolanos. Las dudas en relación al voto se disipan ante la certeza de que la ruta electoral pudiera representar la salida esperada. Los candidatos democráticos asumen el compromiso de desenmascarar al régimen frente al mundo civilizado que observa expectante. El juego diplomático arrecia contra un gobierno totalmente desnudo en sus fechorías. Los círculos de apoyo disminuyen aceleradamente ante la falta del dinero necesario para aceitar las otrora incondicionalidades. El arco minero busca reponer los lingotes de oro extraídos de las bóvedas del BCV para tratar de levantar una moneda que se ha pulverizado. Luego de 19 años, hay muy poco que mostrar más allá de dadivas y compras de conciencias. Las “grandes” obras del chavismo aparecen en el horizonte como gigantescos negocios que destapan este bacanal que nos ha dejado en ruinas…
En medio de esta desolación alimentaria en la cual nos ha hundido la revolución castrista en Venezuela, se confirman los esquemas oficiales tendentes a generar el hambre para crear la dependencia. A eso nos pretenden reducir. A un cuartel de gallinas hambrientas cacareando vítores mientras nos echan el maíz. La candidata oficial de Lara llega a los barrios en campaña electoral, cargada de regalos para sus adulantes, además de las famosas bolsas de comida que venden a precios subsidiados para manipular a un pueblo lleno de necesidades a quienes pretenden comprar el voto. Las explicaciones sobran en medio del dolor generado por un saqueo descomunal que exhiben orgullosos de la misión cumplida. No hay nada que corregir porque este es el modelo. Un“así es que se gobierna” pisotea nuestro derecho a comer lo que queremos, a salir cuando queremos, a vivir como queremos…
Los números no mienten. Si salimos del bajón anímico y asumimos la responsabilidad con nuestra conciencia ciudadana, les será imposible manipular los resultados. Todo depende de la participación masiva de quienes no aceptamos continuar sumisos frente a las humillaciones. Resulta indignante recibir una bolsa de comida en la antesala electoral, de manos de la propia candidata del oficialismo, cuando hace meses que no la recibimos. Vamos a revelarnos con la fuerza del voto popular que pretenden controlar con discursos que buscan manipular nuestras conciencias y bajar nuestra autoestima.Si participamos en masa, es imposible que se roben las elecciones. Este es un discurso recurrente que debemos grabar en nuestras conciencias. No es poco lo que nos jugamos. Ganar las gobernaciones forma parte de la ruta hacia el cambio de gobierno que la mayoría aplastante del pueblo venezolano desea…
Mis comentarios:
.- Dos millones de millones de dólares (2 billones) se han gastado los oficialistas en estos 19 años…
.- Ahora le vienen con el cuento a la gente de que van a trabajar para resolver los problemas del país…
.- La almirante Carmen Meléndez ofrece lo que su régimen no ha hecho en 19 años.
.- Lo único que le queda a la candidata oficial, es vender la bolsa de comida y regalar artefactos electrodomésticos para comprar el voto del pueblo…
.- Fracasaron como gobierno, y ahora se presentan como si estuviesen recién llegados al gobierno…
.- Engaños que son sobradas razones para votar masivamente y derrotarlos aplastantemente…
La mano negligente empobrece,pero la mano de los diligentes enriquece…(Proverbios 10:4)
SERGIO BORGEL