Estados Unidos volvió a tensar este viernes las relaciones con Cuba al anunciar la retirada de más de la mitad de su personal diplomático en La Habana a raíz de «ataques específicos» aún inexplicados.
En una nota oficial, el Secretario de Estado Rex Tillerson afirmó que Washington «mantiene» sus relaciones diplomáticas con Cuba pero adelantó que el caso será «agresivamente investigado» hasta que quede resuelto.
De acuerdo con las denuncias, en el último año 21 diplomáticos estadounidenses fueron víctimas de raros «ataques específicos» aparentemente con dispositivos acústicos o de ultrasonido, que por ahora permanecen en el misterio.
Tillerson apuntó este viernes que el número de funcionarios en la embajada en La Habana permanecerá reducido a personal de emergencia «hasta que el gobierno de Cuba pueda garantizar la seguridad de nuestros diplomáticos».
En consecuencia, la embajada en la capital cubana suspendió «por tiempo indeterminado» la emisión de visados hacia Estados Unidos, aunque el Departamento de Estado preparaba mecanismos para que cubanos puedan obtener esas visas en otros países.
En tanto, la responsable de la cancillería cubana para las relaciones con Estados Unidos, Josefina Vidal, dijo a la prensa en su país que la decisión de Washington era «precipitada», y descartó cualquier responsabilidad de su gobierno en el episodio.