Encubrimiento, tráfico de influencia, abuso de autoridad y asociación, son los delitos –en autoría y coautoría- por los que la fiscal cuarta del Ministerio Público en el estado Lara, Yaritza Berríos, está siendo buscada por la justicia venezolana.
Se conoció que, este martes, el Juez de Control Nº 8 del Circuito Judicial Penal del estado Lara, Amalio Ávila, libró la orden de captura contra Berríos por el polémico caso de extorsión suscitado en Sanare, municipio Andrés Eloy Blanco, el Jueves Santo del presente año -13 de abril-, y en el cual los victimarios paradójicamente eran funcionarios del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
EL IMPULSO supo de manera extraoficial que tras la designación de Ana Luisa Gómez Zambrano como Fiscal Superior en la entidad, se agilizaron las investigaciones del caso y representantes de una Fiscalía Nacional acudieron a la entidad para hacer lo propio, durante el fin de semana pasado.
A cargo de la Fiscalía Cuarta la hoy prófuga de la justicia tenía competencia extorsión, secuestros y delitos económicos. Se supo de buena fuente que Berríos logró salir del país antes de efectuarse la solicitud de aprehensión.
Dos versiones
Sobre lo ocurrido en la localidad sanareña ese día existen dos versiones.
Los militares actuantes afirmaron en ese entonces a EL IMPULSO que se encontraban en un procedimiento autorizado por la Zodi-Lara y el MP sobre desviación de alimentos.
Supuestamente encontraron harina, azúcar y papel higiénico en un abasto que, según aseguraron, revendía la mercancía de los Clap.
Por su parte, las víctimas y los policías involucrados, sostuvieron que los militares fueron sorprendidos amenazando de muerte a un comerciante de origen árabe en su local, situado en el centro del pueblo, frente a la comisaría de Polilara.
“Si estaban haciendo un procedimiento legal, por qué desconectaron las cámaras del local cuando llegaron. Nos decían que cuánto creíamos que valía nuestras vidas y nuestra libertad. No entendemos por qué los dejan libres si están todas las evidencias”, declaró para esa fecha la víctima, Nelson Mosleh, durante una visita a la sede de esta rotativa. Contó que al verse extorsionado, logró denunciar ante la policía regional.
Polilaras y polisanare actuaron para apresar a seis funcionarios del Conas, aunque opusieron resistencia. El ambiente fue tenso puesto que la gente quería linchar a los militares en plena calle. Sin embargo, esa misma noche los aparentes victimarios quedaron en libertad.
Cinco meses después estos militares fueron arrestados por extorsión agravada, asociación, privación ilegítima de libertad, abuso de autoridad y uso indebido de armas orgánicas.
Los nombres son Américo José Torres Colina, WIlkerman Noel Pérez, Pablo Materano Rojas, Eduard Kevin Goyo Escalona, René Alexander Giménez Arrieche y Maickell Antonny Riera Bello.
Víctimas de la extorsión aplauden
“Sentimos un alivio enorme al saber que se está haciendo justicia”, fueron las palabras que profirió Mosleh para EL IMPULSO, tras conocer de las aprehensiones y la orden de captura contra Berríos.
Reveló que en su momento tuvo contacto por el exFiscal Superior, William Guerrero, quien le aseguraba que todo se iba a aclarar.
Asimismo, denunció que en ocasiones se siente perseguido por vehículos extraños, por lo que se encuentra con orden de protección por Polisanare.