A 50 días de instalarse Pablo Arcaya en la nueva administración del Mercado Mayorista de Barquisimeto (Mercabar), las denuncias por irregularidades continúan presentándose, situación que es admitida por el mismo gerente.
En el diagnóstico inicial, Arcaya se encontró con los delitos de usura, especulación y delincuencia (hurto, robos, extorsión) pese a que el organismo fue absorbido por el Gobierno nacional en el año 2016 y con ello vino la militarización de las áreas.
Mes y medio después, el panorama, respecto a la venta de productos con sobreprecio es idéntico.
“Aquí en Mercabar se consigue de todo, como en la Venezuela de antes, pero a precios que sólo pocos pueden pagar” dijo un usuario.
Basta con hacer un breve recorrido por el área de galpones amarillos para comprobar la veracidad de este comentario. El equipo de EL IMPULSO observó la existencia de bultos de arroz, pasta, azúcar, harina, aceite y otros productos de la cesta básica, que no están en los anaqueles de los mercados regulares.
Los compradores pagan cierta cantidad por ellos, aunque reconocen que ese no es el precio real. Por ejemplo, el bulto de harina de trigo, cuyo costo es de Bs. 36.000, este martes se conseguía en Bs. 120.000.
Lo mismo sucedía con el bulto de azúcar de 30 kilos, que ayer se vendía en Bs. 580.000, es decir Bs. 19.335 por kilo.
Los comerciantes alegaron que parte de la mercancía es importada, por ejemplo, el azúcar la traen desde Brasil, y al no tener la facilidad para recibir sus divisas, adquieren los productos a precio de dólar no preferencial.
Sin embargo, al momento de la facturación, incurren en otra irregularidad, pues los montos facturados no coinciden con el pagado por el producto.
“Nosotros sabemos eso, pero nos toca comprar así para poder mantener el negocio. Yo sé que esto está mal, es pueblo contra pueblo, porque yo me veo en la obligación de vender caro también” manifiesta un bodeguero.
Los propietarios de los comercios también aducen que los industriales no despachan con frecuencia, ni la misma cantidad, por eso no tienen disponibilidad de productos regulados. Aseguran que importando productos, reducen la escasez y acercan a los consumidores a los productos que no son fáciles de encontrar.
Dicen los mayoristas que cada vez que se aparece la Superintendencia de Precios Justos (Sundde), se sienten acosados. “Si hay prácticas irregulares, deben ser manejados en particular y no abrumar a todos los comerciantes porque lo que se logrará será acentuar la escasez”.
Pocos son los vendedores que todavía reciben productos de primera necesidad directamente del productor, especialmente los rubros alimenticios, y cuando llegan, están en la obligación de aportar el 10% de la mercancía recibida a los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
“Si recibo 100 bultos de pasta, entrego diez a los CLAP” dice el gerente del comercial La Nueva Fortaleza.
Para adquirir estos productos con los precios justos, es necesario que el comprador presente registro del negocio, rif, copia de la cédula, inscripción en el Registro Único de Personas que desarrollan actividades económicas (RUPDAE) y la inscripción en el Sistema Integral de Control Agroalimentario (SICA).
Los particulares no tienen acceso a esta mercancía a precio justo.
Funcionarios brillan por su ausencia
Policía estadal, Policía Municipal de Iribarren y Guardia Nacional Bolivariana está a cargo de la custodia y seguridad de las instalaciones de Mercabar. Sin embargo, ayer brillaban por su ausencia. Sólo en la entrada principal estaban alrededor de seis funcionarios militares.
Los módulos policiales están inoperativos y la patrulla de Polilara presentó una falla mecánica que ayer intentaban reparar.
“Los funcionarios de seguridad son toma y deme, sólo están haciendo negocios, no están cumpliendo con su trabajo sino lucrándose” dijo un trabajador que tiene 33 años en el mercado y por razones de seguridad omitió su nombre.
Los locales comerciales quedan vulnerables especialmente en las noches, abren boquetes en el techo o paredes y logran entrar.
Engaños y avances de efectivo
El nuevo director de Mercabar, Pablo Arcaya, “descubrió” otros modos de delinquir en el mercado. Algunos comerciantes eran engañados con falsas transferencias electrónicas, en donde se hacían pasar por clientes y usaban “máscaras” o imágenes falsas de los supuestos pagos por la mercancía, los comerciantes despachaban y el pago nunca se hacía efectivo.
Otro modo de delinquir era en los alrededores de las entidades bancarias del recinto, donde sujetos se instalaban con grandes cantidades de efectivo, a cambio de altos porcentajes.
“Esto ya está controlado, logramos sacarlos de Mercabar y estamos vigilantes para que no regresen, ya que es un acto que está prohibido por el Gobierno” dijo el director.
Proyectos
Para combatir la inseguridad, Arcaya coordinará operativos sorpresa, especialmente en la zona de La Playa, donde venden frutas y verduras, que ahora es el epicentro de la delincuencia.
Comenzarán a sustituir las luminarias dañadas en el edificio administrativo, entrada y salida del mercado.
Ubicará a funcionarios de seguridad en puestos fijos y reactivarán los módulos policiales para que los efectivos pernocten en el mercado.
En cuanto al bachaqueo, principal problema de Mercabar, “yo soy un simple administrador y aunque sí puedo vigilar que eso no ocurra, los que realmente tienen que controlar eso son la Sundde, Sunagro y Seniat”.
Precios por bulto
-Arroz – Bs. 280.000
-Aceite – Bs. 210.000
-Pasta larga – Bs. 130.000
-Azúcar – Bs. 580.000
Pulverizada -Bs. 165.000
-Harina de maíz – Bs. 170.000
-Harina de trigo – Bs. 120.000
-Pasta corta – Bs. 130.000
-Papel higiénico – Bs. 89.000