Pedro Rafael Gordillo Zerpa, comisario jefe del Cicpc murió a las 7:15 de la mañana del sábado 23. Con su muerte cinco mujeres quedaron solas, una es su esposa, y las otras cuatro, sus hijas de 22, 20, 17 y 11 años de edad, quienes veían en su padre a un Superman.
“Para mis hijas su papá era un héroe sin capa y ahora tiene alas”, comenta Sandra Rivero, la esposa del sabueso, quien manifiesta que a pesar que había tocado el tema de la muerte con su esposo, ella siempre decía que se iba primero, y así lo creía, pues para ella él era su todo, su apoyo, sabía que si no estaba ese hombre al que describió como una persona maravillosa cuidaría muy bien de sus hijas, pues fue quien les había dado la educación y los valores que hoy en día tienen las niñas.
Era licenciado en Ciencias Policiales, le faltaba entregar la tesis para culminar su carrera de Derecho, la cual cursaba en la Yacambú, de igual forma para hacerlo con la maestría en Ciencias Policiales en la UNES, poseía seis diplomados todos basados en su profesión y uno de docencia universitaria. Era un hombre preparado.
Rivero comenta que así como amaba ser parte del Cicpc, también a su familia, durante su carrera estuvo en Lara, San Felipe y el ultimo cargo como jefe de región en Monagas, comenta que hace diez años tuvo un tropiezo, fue denunciando por un procedimiento, le otorgaron un arresto domiciliario por seis meses, mientras se llevaban las investigaciones de las que salió bien “parado” obtuvo una libertad plena, al darse cuenta que el procedimiento estaba ajustado a derecho.
Felicitaciones por su deber ha obtenido desde mucho antes del 2002, participó en una investigación de trata de blanca, caso que concursó para cangrejo de oro.
Aclara la dama que el comisario jefe aún estaba activo, estaba tramitando su jubilación, aunque había salido en un listado, no había sido notificado, diligencia a la que debía acudir este lunes 25 de septiembre.
Comentan la dama junto a sus hijas que Gordillo Zerpa siempre las protegió y por ello desde que comenzaron las manifestaciones se quedó con ellas en casa, pues el urbanismo donde residen en Cabudare, era una de las zonas en las que más intervenciones por parte de los uniformados había.
Fue por la esposa
Sobre el hecho donde fue herido el comisario jefe del Cicpc, comentó Rivero que ese día habían llegado a la carrera 24 con calle 14 para hacerle cambio de aceite al vehículo, tenían al menos 15 minutos en el lugar, ambos estaban parados uno del lado del otro y cerca de la puerta del establecimiento.
La dama relata que ella tenía un teléfono bastante llamativo en la mano, cree que los delincuentes habían dado una vuelta por la zona y la vieron manipularlo, porque a las 10:57 de la mañana de ese miércoles 20 de septiembre por el lado derecho de la puerta del negocio ingresó un joven que vestía blue jeans y camisa manga larga, llegó directo hacia la dama y con su mano la volteó. El arma la tenía empuñada en su mano derecha y le pidió inmediatamente el teléfono.
La mujer lo entregó, pero su esposo la miró, ella sabía que eso fue la orden para indicarle que se alejara, pues como funcionario cargaba su arma y la tenía “montada”. Rivero se fue moviendo poco a poco se alejó, allí el sabueso entregó al maleante su portachequera, pero este le pidió que se levantara la franela.
¿Por qué me tengo que levantar la franela? le decía Gordillo Zerpa al maleante, situación que puso algo nervioso al delincuente y a la vez el efectivo sacaba su arma.
Todo fue en cuestiones de 26 segundos, el funcionario y el delincuente dispararon a la misma vez, pero el hampón logró hacerlo dos veces; el primer proyectil le dio en el brazo a un trabajador y el segundo impactó en la humanidad del comisario jefe.
El delincuente también salió herido al nivel del estómago, según se aprecia en videos que captaron como fue el hecho. Aún cuando el sabueso cae herido en el piso, logra levantarse y salir, dispara en una segunda oportunidad en contra del delincuente que iba en una moto, la cual lo había dejado minutos antes, pero lograron escapar.
El funcionario fue auxiliado y trasladado a una clínica cercana, fue sometido a unos exámenes y se percataron que había una hemorragia interna, cinco litros de sangre perdió el sabueso, quien estaba consciente pero muy débil, fue intervenido, después de allí estuvo con respiración mecánica y los doctores se centraron en estabilizar sus valores, pues debía ser intervenido en una segunda ocasión, fue muy difícil conseguir sangre porque era 0 negativo, el viernes a las 8 de la mañana fue ingresado a pabellón, la intervención duró cinco horas.
“Los doctores hablaron claro, nos dijeron que su condición era crítica pero nosotros teníamos fe”, comenta Rivero, quien indica que el sábado en la mañana quien fue su pareja por 25 años murió.
El sabueso desde hace cinco años era cristiano, sabe que donde quiera que este las está cuidando y aunque manifiesta que no guarda rencor quisiera que se hiciera justicia.
Sobre la investigación se conoció que los funcionarios de la Subdelegación Barquisimeto quienes fueron los primeros en agarrar la investigación y ahora los del Eje de Homicidio del Cicpc han revisado todos los centros asistenciales buscando a una persona herida y no han dado con el sujeto, ni con el motorizado, sin embargo su familia confía en la labor de los investigadores.
