El espacio ha tenido distintas facetas, en una época fue el centro de reuniones nocturnas en donde la música a todo volumen y las bebidas alcohólicas hacían de las suyas constantemente, luego de un arduo esfuerzo y de los reiterados hechos violentos, el lugar fue desocupado.
No obstante, durante la gestión del alcalde Alfredo Ramos se presentó una propuesta la cual fue captada por el público barquisimetano, se trataba del programa Cultura Activa, que durante varios días de la semana realizaba eventos dirigido a niños y adultos.
Los sábados era uno de los días más esperado, puesto que se contaba con un bazar, con teatro móvil, cine móvil y diversas actividades recreativas que permitían a la ciudadanía pasar un rato distinto en un espacio público; destacando el hecho de que se contaba con un despliegue de funcionarios de la Policía Municipal que emanaban cierta tranquilidad a los visitantes.
Durante varios meses el Paseo Juan Guillermo Iribarren fue punto de referencia de la cultura y el arte, sinónimos de alegría y regocijo, llegando a denominarse como “el pabellón del arte”; pero hoy, muestra una cara distinta. Sus luces se apagaron, no sólo porque no se generan los eventos que anteriormente se realizaban, sino que además el abandono del lugar por parte de la gestión municipal actual generó que los amigos de lo ajeno hicieran de las suyas en el amplio espacio.
Al menos 800 metros de cable número 2 fueron robados, asimismo 175 bombillas de 800 han sido hurtadas en los últimos meses; expuso Víctor Lucena, quien fungió como presidente de Emica durante el mandato de Alfredo Ramos. El sentido de pertenencia aparentemente ha quedado a un lado, generando todos tipos de estragos, entre ellos, la pérdida de lugares para el esparcimiento.
Marhú McCormick, expresidenta del Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA), expresó con profunda tristeza que el paseo que durante tantos sábados fue centro de alegría, hoy es “el paisaje de la desolación y el abandono”.
Destacó que el pasado fin de semana acudió en horas de la tarde para recordar el momento en que solían organizar todo para recibir al público, pero lo que vio fue terrible: gran cantidad de basura, la fuente que si bien no funcionaba, siempre se habían preocupado por mantener limpia ahora está ocupada por agua sucia, llena de desechos, animales e incluso las luminarias que quitaron de su lugar.
“Es un agravio intencionado, intentan descartar todo lo de la gestión pasada creyendo que perjudican al alcalde, pero en realidad dañan a la ciudadanía”, expuso McCormick quien añora los logros que se tuvieron en el Paseo Juan Guillermo Iribarren.