Los alemanes empezaron a votar este domingo en unas legislativas en las que la conservadora Angela Merkel se encamina hacia su cuarto mandato, y en las que se espera un resultado histórico para la extrema derecha.
La dirigente conservadora votó poco antes de las 15H00 (13H00 GMT) acompañada por su esposo Joachim Sauer, luego de dirigirse a pie bajo la lluvia desde su domicilio en el centro de Berlín hasta el colegio electoral.
Unos 61,5 millones de electores en 299 circunscripciones tienen hasta las 18H00 para elegir a sus diputados, según un sistema electoral que mezcla un principio de mayoría con proporcional.
La participación a las 14H00, única estimación nacional del día, era de 41%, casi estable en relación al 41,1% de 2013. Aquella vez la participación alcanzó al 71,5% del padrón electoral.
Apenas cierren los colegios electorales, los sondeos deberían dar una indicación clara sobre las relaciones de fuerza para la próxima legislatura.
Excepto gran sorpresa de última hora, todos los sondeos apuntan a la victoria del campo conservador de Angela Merkel (34-36%), por delante de los socialdemócratas de Martin Schulz (21-22%) que podrían sufrir su peor derrota hasta ahora.
«La política de acogida de los refugiados no me gustó», dice Jörg, un elector de 42 años en el barrio de Lichtenberg en Berlín. Pero «me va bastante bien con la política del gobierno actual» y «no veo alternativa a Merkel», asegura, resumiendo lo que, en vista de los sondeos, parece el sentir de muchos alemanes.
Schulz, que votó a las 08H00 GMT en Würselen (oeste), no ha logrado encarnar el cambio, en parte porque su partido socialdemócrata (SPD) gobierna junto a Merkel desde 2013.
Su mensaje de justicia social ha tenido poco impacto en un país en pleno crecimiento económico y con niveles de desempleo históricamente bajos
La canciller aboga por seguir con las mismas políticas económicas y a dar confianza a los alemanes, en un contexto internacional agitado.