Un tribunal en el exilio por supuesto que por absurdo no se debe discutir,la precisión de los conceptos de jurisdicción y competencia, el efecto es informarle al mundo, la situación de violación constante de los derechos humanos en Venezuela, de los 130 jóvenes asesinados, de las torturas a los detenidos, en general al baño de sangre,la mortalidad y el hambre que está causando estragos en el país
No se deben ocultar los nombres, las circunstancias que rodean cada caso que se lleve a ese tribunal ,pruebas irrefutables, que no se puedan desmentir sin hacer el ridículo y situarse al lado de los juzgados y de sus gobiernos.
Podemos hablar de un tribunal moral o de opinión, que se avoque al juzgamiento de las conductas que han configurado escandalosos crímenes (caso Brito en Venezuela) a quien dejaron morir de hambre y ya lo hemos olvidado.
Sino se juzgan estas conductas, se olvidan, se hacen invisibles y se pierde la verdad histórica y consecuencial-
mente la responsabilidad de los autores materiales e intelectuales y luego la opinión pública se olvide de los mismos.
Esto no es un tribunal de estado, pero debe constituirse como una organización publica no estatal, cuyo principal objetivo debe ser «Despertar el silencio»sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela, para que no queden en el olvido, ya que muchos de sus autores están vinculados al gobierno y parece que no los afecta el derecho penal,ni de su país ni de los tribunales de derecho penal internacional.
Los crímenes no han cesado, se han multiplicado y en las conversaciones sostenidas con muchos refugiados o exiliados, cada caso es un drama, una tragedia, un llanto,un sufrimiento difícil de callar.
Por supuesto que un tribunal de ésta categoría, no representa a ningún estado, ni tampoco tiene el «Imperium,» es decir la fuerza para imponer las sanciones, pero tiene la gallardía de llamar a la civilización a la reflexión.
Las sentencias no son ejecutorias, pero como emisor de opinión, puede sentar en el banquillo de los acusados a gobiernos, a los personeros de los mismos y sobre todo a las conductas criminosas de los autores de los más horrendos y crueles atentados contra la libertad.
Por supuesto que las víctimas encontraran allí quien la escuche y proclame sus dramas, no habrá secretos, sus dichos se harán conocer, aunque sus identidades por protección puedan ocultarse.
Las injusticias y las violaciones no pueden ocultarse y deben conocerse por todos los movimientos y organizaciones dinámicos a nivel nacional e internacional.
No debe existir limitación de pruebas, ni de participación de las víctimas en los procesos.
Otro objetivo de este tribunal, es despertar en la conciencia humana, jurídica y social, que debemos marchar hacia la recuperación y superación de las deficiencias de los tribunales de justicia penal internacional, que carecen de medios para hacer cumplir sus ejecutorias.
Las organizaciones y confederaciones de naciones o estados, no han podido lograr que las relaciones de sus pueblos sean verdaderamente democráticas y armónicas y sobre todo no se ha logrado articular y establecer un sistema único de justicia penal internacional y ante ese fracaso inminente, los tribunales morales y de opinión, son y pueden ser antecedentes para lograr ese objetivo.
Existe un vacío en la justicia penal internacional que no tiene capacidad para juzgar las guerras,las matanzas,las persecuciones, las detenciones ilegales sin juicios, las torturas,la carencia de libertad del poder judicial, la utilización de los tribunales militares para perseguir a los civiles y un tribunal moral y de opinión,puede cambiar la compresión histórica de las violaciones de derechos humanos en Venezuela y el mundo.Éste es el tribunal que deseamos que exista.
