La restauración del asfalto en la carrera 6 con calle 6A del sector Santa Isabel, al oeste de Barquisimeto, fue una obra que, a juicio de quienes transitan con frecuencia por ese tramo, no se ejecutó de manera correcta. Como prueba está el orificio de más de dos metros de profundidad que se abrió en el centro de la vía.
A escasa distancia de este hueco, antes había un cráter donde un día se accidentó una buseta y de a poco se fue desmoronando la superficie por el peso de los carros. Actualmente, está cubierto con arena y granzón. Hace aproximadamente dos meses, se abrió otro en el medio de la calle donde atraviesan tanto carros particulares como unidades de transporte público. En esta zona donde se derrumbó la capa de asfalto en una circunferencia casi perfecta anteriormente había una boca de visita. De modo que la magnitud del orificio obliga a maniobrar a los conductores para evitar que el carro sufra daños.
Desde que se fracturó la superficie no pocos vehículos, sobre todo las motos, han caído accidentalmente en el hueco. El riesgo aumenta por las noches, porque no hay ningún tipo de advertencia, ni siquiera improvisada, para alertar a los choferes de la falla en la vía.
“Esto necesita una solución rápida, porque está peligroso. Han caído varios carros y de noche cualquiera puede estrellarse ahí. Es peligroso también porque los carros pasan pegados a la acera, levantan piedras y estas le pegan a uno”, denunció uno de los habitantes del sector.
El acondicionamiento del asfalto además de poco duradero quedó inconcluso, pues hay calles transversales sin pavimento debido a reparaciones hechas por Hidrolara.