La ciudad exhibe su peor momento. Sus fluidos subyacentes afloran por doquier en inequívoca señal del colapso terminal de sus líneas básicas de servicios de acueductos, cloacas y drenajes. La sobrehidratación de las bases granulares medra su capacidad de soporte para fracturar las carpetas y agudizar la presencia de huecos por todas partes. Las aceras peatonales representan toda una aventura para los transeúntes que se atreven a probar suerte sin caer en el intento. La fetidez incrementa su presencia en las barriadas populares colocando en riesgo la salud de nuestros habitantes. La oscuridad toma la escena noche a noche para resguardar al hampa que actúa a sus anchas bajo su manto protector. Los canales exclusivos de Transbarca colapsan y los separadores están destruidos. El sistema de transporte público es una vergüenza que maltrata al usuario. Colas gigantescas por todas partes en busca de comida y medicina. Carros, motos y bicicletas tragando flecha o montados en aceras. Personas defecando u orinando en plena vía pública. Invasiones a la propiedad privada que dibujan un panorama sombrío en términos de planificación urbana. El caos y la anarquía, han impuesto su ley…
465 años sin nada que celebrar más que la añoranza de luminosos destellos de coherencia en la gestión urbana, muy cortos y puntuales, que lamentablemente desaparecieron por completo de nuestra urbe. El tema político electoral continúa protagónico y los problemas importantes que nos castigan y condenan a la vida miserable como ciudadanos, pasan a un segundo plano. La toma del poder nacional nos ahoga a extremos tan demenciales que quedarnos sin agua por el colapso del sistema alto Tocuyo pareciera irrelevante. 19 años sin mirar con seriedad los servicios públicos del país han hecho mella. La aberrante mutilación presupuestaria de las hidrológicas regionales en el año 2005, nos condujo a una caída en vertical del nivel de desempeño de todos los sistemas de abastecimiento de agua potable del país, incluyendo Barquisimeto. Un cuadro dramático que exige especial atención de los tres niveles de gobierno, pero fundamentalmente de quien tiene la musculatura financiera para afrontar estructuralmente el fondo del problema: El gobierno central…
Los insumos y costos operativos de los servicios públicos están dolarizados y las tarifas se pagan en bolívares. El estado venezolano ya no tiene el dinero para subsidiar dichos servicios, porque en estos 19 años se robaron la plata de la renta petrolera. Es un asunto que debe ser tratado con mucha responsabilidad profesional y política. Ah mundo Barquisimeto, dijo un barquisimetano, en sus 465 años…
Mis comentarios:
-Iribarren tiene 2500 kilómetros de vías, con su equivalente en tuberías de acueductos, cloacas y redes eléctricas.
-El 60% (1.500 Kms) de las vías y redes instaladas exige reconstrucción por vida útil cumplida.
-El costo actual estimado de acueducto es 300.000 Bs./ml; entonces estamos hablando de 450 mil millones de bolívares, solo en redes de distribución.
-Faltan los sistemas de bombeo, las aducciones, plantas de tratamiento y estanques de almacenamiento.
-Redes cloacales. Plantas de tratamiento de aguas servidas. Estaciones de generación termoeléctricas o nucleares a construir. Redes de distribución eléctricas.
-Sistemas de drenajes. Carpetas asfálticas…
Absolver al malvado y condenar al justo son dos cosas que abomina el Señor…(Proverbios 17:15)
Sergio Borgel
Pido la palabra – Ah mundo Barquisimeto…
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