El Deportivo Lara no tiene razones para encender las alarmas, luego de la reciente derrota 0-3 ante el Carabobo FC y la eliminación de Copa Venezuela ante el mismo rival, en opinión del lateral derecho Lenimger Bolívar, para quien, más que caer en lamentos, debe destacarse que el club continúa en puestos de vanguardia, acomodado en el segundo peldaño y a punto del líder Mineros, todavía con claras opciones de avanzar a la liguilla final del torneo Clausura, del que restan siete fechas para completar el calendario de la primera fase.
“No hay nada de qué preocuparse, hay que seguir haciendo las cosas como lo hemos hecho en fechas anteriores. Ya viene la parte final y ahí es cuando hay que estar más claros en los objetivos”, minimizó Bolívar en declaraciones entregadas a través del departamento de prensa del cuadro larense.
La derrota del pasado sábado ante el cuadro carabobeño vino a ser la primera del elenco dirigido rojinegro en el presente curso. Hasta entonces, tejía un invicto de nueve jornadas y una cadena de seis desafíos al hilo con victorias, seguidilla que lo mandó directo al liderato por un par de semanas.
En cuestión de minutos, el club dirigido por Leo González y Pedro Vera pasó de ser un plantel de defensa impenetrable -recibió apenas dos tantos en los primeros nueve careos- a un conjunto vulnerable en su retaguardia, al punto de que recibió un trío de dianas en sólo 90 minutos.
“Creo que el primer partido ante ellos acá, el de Copa, estuvimos muy bien, ganamos, no tuvimos suerte en los penales, pero el sábado todo pasó en la concentración, no fuimos eficaces, eso nos pasó factura en el primer gol, luego no pudimos resolver. Pasamos la página y eso es ideal”, indicó el jugador que milita en el Lara desde hace un par de campañas.
“Lo pasado pisado, el equipo está viviendo un presente muy bueno, no lo esperábamos (el revés ante Carabobo) pero seguimos en los primeros puestos de la tabla, solamente debemos seguir siendo firmes y contundentes en lo que queda del torneo Clausura”, adicionó Bolívar, para quien el venidero duelo, el viernes ante Trujillanos, es una oportunidad de oro para sepultar la amargura que dejó el primer descalabro del semestre y tomar un nuevo impulso de cara las fechas finales.
