SED DE JUSTICIA.
“Cuatro características corresponden al juez: Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente. Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria”.
Albert Einstein (1879-1955).
Está demás describir a Albert Einstein, el científico alemán nacionalizado en los Estados Unidos en la época de la Post Guerra, ya que su sapiencia es universalmente conocida.
Cito sus palabras ante las presuntas actuaciones de parte de algunas autoridades a quienes le compete ejercer el poder de establecer y vigilar el cumplimiento del Estado de Derecho en el país.
Son los actos los que definen algunas situaciones que ha venido confrontando el empresariado privado; se sienten acosados por la implementación de medidas coercitivas en su cotidiano desenvolvimiento, aunado al desamparo ante la arremetida de la delincuencia según reseñas periodísticas que se pudiesen calificar como “Notitias Criminis”. Como por ejemplo: La distribución de las divisas para importar bienes de consumo y las continuas y constantes fiscalizaciones a los establecimientos; aparentes búsquedas de errores con la intención de imponer máximas sanciones, en lugar de asesorar y fortalecer el aparato productivo nacional.
La presunta muerte de un gandolero,ocurrida en días pasados, en manos de más de 20 personas que lo asaltaron creyendo que transportaba alimentos. Así mismo, me narran que la semana pasada, en Cabudare, un delincuente había asaltado a un transeúnte y había huido perseguido por una cierta cantidad de personas y que, en su huida, el asaltante, se refugió en una panadería donde fue alcanzado por sus perseguidores pero, ¡Oh sorpresa! a la panadería llegó una pandilla que lo acompañaba, incluyendo algunas mujeres con actitud amenazante, lo rescataron, y el delincuente huyó en una moto que lo fue a buscar.
La inseguridad rural ha llegado a límites de tolerancia ante la indefensión. La delincuencia ya no se conforma con robar o hurtar insumos como alambre de púas, herramientas, repuestos de maquinarias y hasta tractores; de arrasar con las cosechas de cereales, hortalizas y/o frutas o de matar semovientes, ganado de todo tipo, a veces sin importarle la alta calidad genética de los padrotes reproductores que sacrifican; esfuerzo agropecuario que será prácticamente irrecuperable. No les basta con secuestros, asaltos, atracos y/o amenazas de muerte a propietarios y/o a trabajadores del sector agropecuario, sino que siguen invadiendo fincas en plena producción y que cumplen con todos los requisitos legales y, me pregunto:
¿Será que es un plan preconcebido por el imperio para acabar con nuestra producción y aumentar el desabastecimiento de alimentos, el hambre, la desnutrición y la pobreza generalizada? porque si el empresario rural se ve en la necesidad de abandonar sus unidades de producción el avance de la crisis es evidente; a la vez que aumentaría el desempleo y la migración hacía los cordones de miseria de las ciudades.
Los organismos de seguridad a quienes les compete controlar y acabar con situaciones que podrían calificarse como anárquicas tienen la obligación de ejercer su autoridad y los primeros que deben dar el ejemplo son esas mismas instituciones, capacitando, controlando y depurando a su personal.
¡La UCLA… verdadero patrimonio larense!
Voltaire (1.694/1.778) expresó: “Los pueblos a quienes no se hace justicia se la toman por si mismos más pronto o más tarde”.
