Dentro de dos o tres meses vamos a estar en peores condiciones de las que estamos viviendo, porque con las medidas que ha venido tomando el Gobierno hasta ahora, será difícil revertir la situación económica, advierte el Dr. Conrado Pérez, economista.
El exdiputado de la Asamblea Nacional es el autor del libro La corrupción bolivariana, en el cual se dieron a conocer 13 mil denuncias y la malversación por parte de Hugo Chávez de 30 mil millones de dólares en el comienzo de su régimen.
-Este gobierno se ufana de haber hecho el mayor número de aumentos de salarios mínimos y de favorecer la estabilidad laboral de los trabajadores. Pero, ¿no son más frecuentes las quejas de los beneficiarios?
-Nadie es feliz en Venezuela por la crisis que no tiene fin. Los incrementos de salarios y del bono de alimentación no alcanzan sino un cartón de huevos, un kilo de queso y otros pocos productos que no le van a alcanzar ni siquiera para la mitad de la semana a la familia del trabajador.
-¿Cuál es la falla más grave que usted observa?
-No hay sinceridad ni responsabilidad para entender que este modelo implantado por Chávez y continuado por Maduro ha venido acabando con la producción nacional. Cada día son menos los rubros que se pueden obtener. La planta procesadora de maíz no trabaja desde hace diez días por falta de materia prima. Y la poca harina que saldrá es la que está saliendo de los galpones. Se presentará una escasez en ese renglón alimenticio en el curso de los próximos días.
-Pero, ¿eso no es consecuencia de la falta de dólares?
-Seguimos en una carrera hacia atrás porque el Gobierno recibió la más grande montaña de dólares y los derrochó, imponiendo una corrupción jamás antes vista en el mundo. Ahora le achaca todos sus males al imperio y a la página del Dolar today. Con todo lo que se diga de una página, no puede negar que ya el dólar está en 22 mil bolívares y vamos para los 35 a 40 mil bolívares para fin de año. Esto no lo puede detener el régimen con sus cadenas de radio y televisión de todos los días, porque la única forma es cambiar el modelo económico.
-¿Qué consecuencias se esperan?
-Una hambruna. Porque ahora los productos cada vez van a escasear más y sus precios serán también cada vez más elevados. No hay materia prima para producir, siguen cerrando las empresas porque no se pueden mantener. No quiero hablar en términos económicos, sino en los que la gente de a pie me pueda entender. ¿Qué puede hacer una persona que, por ejemplo, gane al día diez mil bolívares y cuando sale de su sitio de trabajo se encuentra en la esquina con que el kilo de queso cuesta mucho más del doble de lo que se ganó trabajando todo el día?
-El Gobierno ahora habla de darle conejos a la gente para que los críe y se los coma. ¿Esa es una solución?
-La solución es producir. No hay explicación sobre qué se hizo con los 2 millones y medio de hectáreas que fueron expropiadas cuando en esos momentos el 75 por ciento de ellas se encontraban en plena producción. Todas las fábricas cementeras las tomó el régimen y ahora un saco de cemento tiene un precio que oscila entre los 25 y los 30 mil bolívares. La Corporación Venezolana de Guayana está paralizada. Todos los centrales azucareros, menos el de Barquisimeto, los tiene el Gobierno, pero no hay azúcar. El municipio Urdaneta de Trujillo, era el tercero en el país que surtía el mercado de hortalizas, pero dejó de serlo por falta de fertilizantes y los productores, han venido cambiando de rubros. El Dr. Pérez manifiesta que otro aspecto a considerar es la comercialización del petróleo, que es el principal producto que tiene el país para generar recursos.
Pero, ni siquiera PDVSA muestra los cuadros de producción, pero mientras el país se hunde, el régimen le sigue suministrando 140 mil barriles a Cuba. Al mismo tiempo no podemos tener gasolina porque no hay dólares para cancelar la importación de lo que se necesita para su procesamiento.
Como cada vez son menores los ingresos, se vislumbra la posibilidad de que no se pueda cumplir con el servicio de la deuda externa y Venezuela llegue al default, es decir a la incapacidad de pagar.
Advierte que los perjudicados son los habitantes del país, ya que el consumo de alimentos no satisface las necesidades de la gente.
Los especialistas en nutrición ya están advirtiendo que la mayoría de la población está corriendo el grave riesgo de padecer diabetes porque lo que se está consumiendo es harina porque no existe la posibilidad de tener una alimentación balanceada para niños, adultos y mayores.
-¿Por qué esa terquedad en no recibir la ayuda humanitaria?
-Eso forma parte de una estrategia para mantenerse en el poder. El gobierno persiste en tener el control de los pocos alimentos y los suministra bajo una política de sumisión a los beneficiarios, para que éstos dependan precisamente del régimen. Y lo que más preocupa es que por la frontera se están yendo mensualmente 25 mil personas en busca de trabajo y mejorar sus condiciones de vida porque ven que aquí no hay oportunidades.