Planteles educativos en el estado Lara se mantuvieron desolados. Pocos fueron los niños de educación básica que iniciaron con normalidad las actividades académicas.
El diputado ante la Asamblea Nacional, Daniel Antequera, denunció la situación para la entidad larense y dijo que se esperaba que más de 220 mil niños iniciaran clases, pero según él, la realidad fue otra: centros educativos solos e infraestructuras deterioradas.
Afirmó que el reinicio del año escolar en cualquier país del mundo, tiene que ser un motivo de orgullo porque los niños y adolescentes van nuevamente a sus aulas para formarse a través de su intelecto. «Hoy en Venezuela la realidad es demoledora, alrededor de 27.626 planteles de educación no están en condiciones óptimas para ofrecer una educación de calidad».
El Parlamentario enfatizó que «hay una crisis escolar que no puede ocultarse, es preocupante ver la cantidad de escuelas públicas que desde el año 2005 el Ministerio de Educación Popular ha cerrado sus puertas. Por otro lado, el tema de la deserción escolar no es más que el reflejo de una política educacional errada donde cada vez el venezolano envía menos a sus niños a la escuelas porque no tienen como alimentarlos, tampoco para cubrir gastos de útiles escolares y uniformes».
Manifestó que si el Estado no atiende la crisis escolar, las próximas décadas serán notorio ver una población con un alto índice de analfabetismo, «ese hombre nuevo que tanto dice el régimen no es más que un hombre que no cuenta con las herramientas necesarias para la educación. El mejor recurso que puede tener un país es el humano, ese recurso humano capacitado y educado, cosa que anteriormente los venezolanos eran motivo de agrado en otras partes del mundo por su formación, éramos motivo de excelencia o de referencia».
Antequera denunció que en Venezuela se viola hasta el derecho a la educación, «la dictadura asesinó el sistema educativo, gasta millones de dólares en bombas y balas para reprimir y hoy niños no tienen cuadernos ni uniformes para iniciar clases, cuando la educación no tiene color político ni tintes partidistas».